Hizo un golazo, una hora más tarde se lesionó, los hinchas de Racing se agarraron la cabeza y pensaron "se pierde". Sin embargo, Maximiliano Moralez, el pequeño gigante de la Academia, está prácticamente confirmado y palpita el gran partido con Boca.
El petiso, que frente a Belgrano abandonó el Olímpico de Córdoba con una molestia en el cuádriceps de la pierna derecha, aseguró ayer que se encuentra en perfectas condiciones y que no tendrá problemas para jugar. "Es una simple molestia, trabajé aparte y voy a llegar", dijo Moralez y automáticamente llevó tranquilidad a la parcialidad académica.
"Este va a ser mi primer clásico con Boca. Creo que cualquier jugador quiere estar en este tipo de partidos, así que no me lo quiero perder por nada", señaló el diez de la Academia, quien fue uno de los más regulares en las últimas cuatro fechas, donde Racing sólo acumuló victorias.
"Desde que comenzó el torneo, Merlo me pide que le pegue más al arco y por suerte me está saliendo bien", agregó el diminuto volante.
El del domingo no será un partido más para Racing, ya que una victoria lo metería definitivamente en la conversación y una derrota sentenciaría su suerte en el campeonato. Encima, será de local, donde la "Acadé" ya bajó a River en el arranque de la competencia.
Maxi Moralez, gran figura en los últimos tres encuentros (anotó ante Gimnasia de Jujuy, Colón y Belgrano) sabe de la importancia del compromiso y no se lo quiere perder por nada del mundo.