Jueves 12 de Octubre de 2006 Edicion impresa pag. 20 > Politicas
El Comité Nacional, muy duro con la UCR rionegrina
"Se suben al tren del poder sin medir costos y consecuencias".

VIEDMA (AV).- Claridad para "saber quiénes son oficialistas y quiénes son opositores", y advertencia por "los dirigentes que transforman la realidad a su conveniencia", acomodando "los hechos a sus intereses" para "subirse al tren del poder sin medir costos ni consecuencias".

Así, el presidente de la UCR, Roberto Iglesias, respondió al radicalismo de Río Negro que le remitió una nota después de la última convención, que ratificó el acompañamiento al gobernador Miguel Saiz en la concertación con el presidente Néstor Kirchner.

La misiva enviada por el Comité provincial -que conduce Pablo Verani- defendió su facultad para fijar las estrategias locales y solicitó a la conducción nacional que "se abstenga de adoptar medidas que atenten contra" la Carta Orgánica de Río Negro. También requería a esa dirigencia que "se serene y respete los momentos oportunos" para avanzar en "el diálogo y la búsqueda de aperturas y coincidencias" con los comités provinciales.

En su nota, Iglesias aclaró que sólo se pretendía que cada distrito adhiera o rechace la resolución de la Convención de Rosario, pero Río Negro remitió una respuesta "cuajada de distorsiones y faltas a la verdad que incurre incluso en agravios personales". Si hay "objetivos claros y transparentes", "no hacen falta la descalificación, la mentira o el agravio", advierte.

Explica que la "sociedad argentina dio ya muestras sobradas de su hartazgo con los dirigentes que transforman la realidad a su conveniencia", acomodar "los hechos a sus intereses personales o de grupo" y, generalmente, "con la única pretensión de subirse al tren del poder sin medir costos ni consecuencias".

Entendió que "es hora de claridad" pues "la sociedad necesita saber con transparencia quiénes son oficialistas y quiénes son opositores, quiénes acompañan la acción del presidente y quiénes tienen una visión crítica y le reclaman cambios".

La posición de la Convención Nacional -explicó Iglesias- fue producto de un "proceso de elaboración y discusión", con la "aprobación de todos quienes dieron la cara". Recordó que los dirigentes de Río Negro "no se molestaron en participar de la Convención Nacional".

Consideró que se debe "dotar de transparencia a las decisiones partidarias y a los propósitos personales. Deben decir con claridad si pretenden aliarse con el actual presidente a contramano de lo resuelto por el partido".

Deben expresarlo "con claridad, sin tapujos, sin eufemismos, sin mentir y sin agraviar. Y no hay nada que temer en ello, pues será la sociedad la que decida su suerte y será ella la que los ubique".

Anteriormente, la misiva de Iglesias responde a cada evaluación de la nota del radicalismo rionegrino. Aclara que "no hay ninguna amenaza, ni orden, ni presión, ni ánimo intervencionista. Sí hay una necesidad objetiva, y es que cada radical exprese con claridad cuál es su posición".

Después, desestima un cuestionamiento que la conducción nacional es centralista porque lo componen dirigentes de las provincias, "ninguno de la Capital Federal que esté "abrazado al Obelisco. Para defender lo indefendible se cae además en otro desvarío, el de acusar" que el partido "está dominado por dirigentes "tradicionales". Afirmó que Río Negro "sí apoyó a un dirigente tradicional", vinculado con la dirigencia "tradicional".

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