ROCA (AR)- Más de 10 años entre el proyecto y la inauguración, 3,8 millones de pesos invertidos, varias inauguraciones que no fueron tales y un funcionamiento que deja dudas a menos de dos meses de su puesta en marcha, conforman el presente de la planta de tratamientos de líquidos cloacales de Roca.

La denuncia de un vecino y un informe elaborado por el municipio pusieron al descubierto una serie de "irregularidades" que cuestionan el buen uso de los dineros públicos.

Días pasados, la dirección de Medio Ambiente del municipio junto a personal técnico universitario y la colaboración de Carolina García, ingeniera química con experiencia en manejo de plantas de tratamiento de líquidos cloacales, visitó la flamante planta a raíz de la denuncia por malos olores que hicieran los vecinos del barrio "El Petróleo", ubicado a menos de 200 metros del lugar.

Tras la recorrida por el lugar se elaboró un informe que entre sus puntos más importantes resalta la observación de que, tanto las piletas como las canaletas que trasportan los líquidos cloacales, "no cuentan con la correspondiente aislación para evitar las infiltraciones".

Según Laura Juárez, directora del área de Medio Ambiente del municipio, "ya no se puede hacer nada", aunque informó que se le notificará a ARSA que cualquier nueva ampliación debe contar obligatoriamente con algún tipo de aislamiento.

"Río Negro" se comunicó con la empresa estatal y tanto el gerente de explotación, Juan Carlos Ricca, como el jefe de servicios en Roca, Gabriel Bayón, desmintieron esa apreciación e informaron que las lagunas sí cuentan con impermeabilización a partir del material arcilloso con el que fueron construidas y que evita cualquier tipo de filtración.

La ausencia de un estudio de impacto ambiental fue una de las mayores sorpresas que se llevó la gente de la comuna ya que según les dijeron en ARSA "no tienen nada" que indique que se haya realizado un estudio de este tipo teniendo en cuenta que la planta está ubicada en zona productiva.En Viedma, Ricca manifestó desconocer la existencia de un estudio de este tipo pero supone que debería ser parte del proyecto inicial de construcción de la planta cuando ARSA todavía no estaba constituida como Sociedad Anónima.

En tanto que ni en el Departamento Provincial de Aguas que estaba al frente del proyecto en aquella época, ni el Consejo de Ecología y Medio Ambiente de la provincia (Codema), el ente encargado de controlar estas disposiciones, tienen presente, en principio, la existencia de tal estudio.

La única explicación sería, según Ricca, que al momento de la aprobación del proyecto no estuviera sancionada la ley de Impacto Ambiental 3266 que exige obligatoriamente estos estudios.

Igualmente, a partir de ahora el municipio solicitará mensualmente a ARSA un control de la contaminación de napas freáticas no sólo por que la planta está emplazada en tierras productivas, sino por la cercanía del barrio "El Petróleo" que consume agua de pozo.

Por otro lado, el informe también da cuenta de la falta del dispositivo, en la cámara de cloración, que agrega hipoclorito al agua ya depurada que desagota en el desagüe y posteriormente en el río.

Respecto de la denuncia que motivó la visita a la planta, ARSA se comprometió a implementar cultivos de bacterias que aumentan la biodegradación de la materia orgánica y disminuyen los olores.

Sobre eso, Juárez adelantó que el olor no va a desaparecer, sino a lo sumo, disminuir a través de esas bacterias, pero desde el municipio también se sugirió la colocación de más arboleda entre la planta y el barrio y aumentar la aireación en las piletas aeróbicas ya sea colocando nuevos aireadores o bien rotando la disposición de los actuales.