COPENHAGUE (AFP/DPA) - Dinamarca intenta contener una nueva crisis con el mundo islámico tras la difusión de un video que se burla de Mahoma y esta vez trata de hacerlo rápido, a diferencia de hace un año, cuando estalló un violento conflicto por la publicación de caricaturas del profeta.

El ministro de Relaciones Exteriores, Per Stig Moeller, en plena ofensiva diplomática, se esfuerza por hacer saber a sus homólogos musulmanes que Dinamarca mantiene las distancias respecto al video. En la grabación realizada por las juventudes del Partido Popular Danés (PPD, extrema derecha, aliado parlamentario del gobierno), de la cual la televisión danesa mostró algunos extractos, el profeta aparece como un camello bebiendo cerveza o como un terrorista borracho que ataca Copenhague.

Un año después del inicio de la crisis de las caricaturas, surgida por la publicación de 12 dibujos satíricos de Mahoma en un diario danés, este nuevo suceso provocó fuertes protestas de varios países musulmanes. La primera condena, al día siguiente a la difusión de los extractos del video, vino de los Hermanos Musulmanes de Egipto, que llamaron a boicotear los productos daneses y a realizar manifestaciones pacíficas.

Después, responsables musulmanes de Indonesia hicieron una advertencia a Dinamarca y Jordania, Egipto e Irán hicieron saber su indignación.

Manifestantes islámicos encolerizados lanzaran cócteles molotov contra el muro de la embajada de Dinamarca en Teherán el martes por la noche, gritando "Muerte a los sionistas".

El gobierno de Dinamarca presentó una queja oficial a Irán por la escasa seguridad en la embajada danesa en Teherán.El embajador iraní en Copenhague fue convocado para entregarle una declaración al respecto.