Número de Visitas  
TITULOS SECCIONES SUPLEMENTOS OPINION CLASIFICADOS SERVICIOS NUESTRO DIARIO PRODUCTOS
 
Domingo 01 de Octubre de 2006
 
Edicion impresa pag. 40 > Sociedad
Historias patagónicas: Reina coronada y un primo que marchó a la guerra
Después de muchas dilaciones, la primera Miss Bariloche, Irene Bresler, fue coronada el 9 de diciembre de 1939, cuatro días antes de la "batalla del Río de la Plata", cuando su primo decidió ir a combatir a los germanos.
Avisos de los años '30 del primer hotel de Andrés Festa y de la agencia Ford (que estaba enfrente), de J. C. Ryno Bresler, padre de la primera Miss Bariloche.
Avisos de los años '30 del primer hotel de Andrés Festa y de la agencia Ford (que estaba enfrente), de J. C. Ryno Bresler, padre de la primera Miss Bariloche.
Click para ampliar

l 9 de setiembre de 1939, cuando -como todos los sábados- La Voz Andina apareció en Bariloche (edición Nº 84), anunció esta vez que la bella lugareña Irene Bresler era la ganadora del concurso por votación de los lectores, como la primera Miss Bariloche, casi al mismo tiempo que las tropas alemanas ocupaban Varsovia, primer paso de una conflagración mundial.

No era un conflicto tan distante porque cinco días antes, frente a la costa uruguaya, el crucero británico Ajax mandó a pique al buque alemán Olinda como respuesta al hundimiento del vapor inglés Athenia con 1400 pasajeros, tras ser torpedeado el día anterior, apenas Alemania rechazó el ultimátum de Francia e Inglaterra.

Tan lejos, pero a la vez tan cerca, la Segunda Guerra Mundial había comenzado con despiadada beligerancia naval. El estallido se produjo con episodios tan cercanos a los rioplatenses que pronto el Ajax navegó sus aguas neutrales y entró inmediatamente en el puerto de Buenos Aires con permiso para amarrar un par de días (aunque sus oficiales tuvieron tiempo para ver en Hurlingham junto a niñas de la colectividad inglesas local- el partido de polo entre San Paula y Santa Inés y dejar ilusorias promesas matrimoniales en el puerto).

El crucero soltó amarras y navegó hasta la costa patagónica para ir a reunirse con el resto de su flota en Malvinas. Pero el Ajax volvió en diciembre al río marrón junto a su mellizo Achilles y otro crucero (el Exeter) en endemoniada persecución que destrozó en cruenta batalla naval y frente a Punta del Este al germano acorazado "de bolsillo" Admiral Graf von Spee (más de un marinero de su tripulación, más tarde vivió algún tiempo en diferentes parajes argentinos y Bariloche).

La Voz Andina dedicó la tapa de aquel sábado al anuncio y nota del plan de pavimentación de las calles del pueblo y dio el listado de las 33 damitas votadas por 4061 varoniles y enamoradizas voluntades. Invitó a la ganadora a retirar en la redacción la orden para una fotografía.-debía posar para Godofredo Kaltschmidt-, imagen que nunca trepó a sus páginas.

 

Tríptico chauvinista

 

Kaltschmidt fue el fotógrafo de la primera época del semanario, servicio que al año siguiente proveyó Héctor Pozzi, con local frente al hotel Italia (2da. Versión) de Andrés Festa y entre las agencias Chevrolet y Ford que lo flanqueaban.. Pozzi estaba en la manzana más privilegiada de entonces, entre Mitre y Moreno, Villegas y Rolando, que antes albergó, además, a los hoteles Central (en el '39 ya estaba el cine), el San Carlos y el cine-bar Alegría.

El tufillo chauvinista que ventilaba La Voz Andina a los vecinos se reiteró desde que el fundador José Mayer hijo, cedió el timón a Salvador Vadacchino. Se convalidó ese mismo sábado que difundió el triunfo de la Miss con una nota del director bajo el seudónimo de "Ortsac"- que tituló "Tríptico necesario: Dios, Patria, Hogar".

De la mentada fiesta de coronación nada se supo, y no solamente la grácil figura de Irene Bresler finalmente no fue estampada en el semanario, sino que la promesa de otras publicaciones Caras y Caretas y Cine Argentino- tampoco se cumplió.

Era hija de un prestigioso comerciante local (Juan C. Ryno Bresler) y nieta del primer colonizador del lago Lácar, el maestro sudafricano Daniel Martin Bresler, luego comandante guerrero bóer (su esposa era sobrina del ayudante del general Smart), todos combatientes en la cruda guerra anglo-bóer. La bella Irene también era sobrina de Martin Daniel Bresler, que había liderado la masiva fuga de la cárcel de Neuquén el 23 de mayo de 1916. Pero ese dolor insoslayable había cicatrizado casi en la mayoría de los Bresler. La que jamás tuvo consuelo fue la abuela Catalina y madre del evadido-, enferma en esos días en su hogar de Bariloche. Es que aquel fugitivo fue el primogénito de su matrimonio celebrado en 1887 con el maestro de Stellenbosch, la ciudad que entonces era, apenas, un puñado de casas de viñateros y no lejos de Cape Town de la colonia inglesa del Cabo. También fue el primero en hacerla abuela, ya en tierras de Quechuquina, junto al fronterizo el paso Hua-Hum

Era casi una certeza que en aquella primavera de 1939 a Catherina Wilhelmina Zoutendyk de Bresler le quedaba poco tiempo de vida. Podía recordar los años más felices, su boda, la niñez de Kurina, la única y adorable hija y esos 12 años corridos hasta que en 1899 se desató la guerra anglo-bóer.

El rápido repaso evocativo incluía la emigración y llegada a Buenos Aires en 1903, el viaje en tren a Neuquén y la caravana de carros que terminó más allá del paso Chapelco, cuando su esposo encabezó la colonización cerca de la casi inexistente San Martín de los Andes. El desmonte y las primeras casas en Qeuchuquina, su gestión en Buenos Aires para pelearle a la burocracia la adjudicación de la tierra prometida y el alivio de 15000 libras enviadas por su padre en el peor momento de su lucha en los Andes patagónicos.

 

La última fiesta

 

Los cuidados a la enferma se lo prodigaban dos de sus cinco hijos varones; Carlos y Juan C. Ryno Bresler, el más próspero, ambos residentes en Bariloche. Pero los mejores mimos provenían de las visitas que desde Paso Flores le hacía Cora Bresler de Macdonald o Kurina-, entrevistada por quien esto escribe, el 6 de febrero de 1979, cuando recordó varios pasajes de la dura vida que le tocó vivir.

En los primeros años del Club Andino Bariloche década del '30- figuraba en la lista de socios como Kurina Macdonald, y en los'40, su hermano menor Carlos, tan buen jinete como su rebelde hermano mayor, se asoció al CAB.

Pero el más respetado de los hermanos junto al Nahuel Haupi, fue, precisamente, el padre de la primera Miss Bariloche, J. C. Ryno Bresler, el primer presidente que tuvo el Touring Club local, acompañado por vocales de prestigio como el doctor Juan Neumayer y los vecinos Benito Vereerbrüghem y Ernesto Schumarcher. El Touring fue creado pocos días antes del arribo a Bariloche de los príncipes de la corona inglesa, los hermanos Eduardo de Windsor y el duque de Kent.

A la llegada de éstos, Ryno Bresler era el agente de Ford, y precedió en la concesión a Schumacher. Su aviso de la marca apareció en la primera guía barilochense de Hidelbrandt & Mailing donde promocionaba la venta de automóviles, camiones y tractores. Tenia un muy reputado taller mecánico y un único teléfono, el 56, que atendía su empleado Héctor Gemma. Un Ford de capota replegable aparecía en la misma guía como aviso del primer hotel Italia, versión de madera, que pronto cambió por un edificio más sólido (que cedió a un tercer hotel Italia, luego Sol de los Andes).

Ryno también vendía radios y artículos eléctricos, y era el corresponsal del vespertino porteño La Razón. A ese lucimiento local se agregó al que gozó su hija Irene, con deslumbrante vestido, cuando por fin el semanario realizó la fiesta de la coronación en el Hotel Suizo el sábado 9 de diciembre de ese año `39, es decir, cuatro días antes que el acorazado Graf Spee perdiera la Batalla del Río de la Plata, y a sólo diez de que su capitán Hans Langsdorff se pegara un balazo en el puerto de Buenos Aires para terminar bajo una lápida del sector disidente del cementerio de Chacarita y del que nunca fue exhumado.

La de la coronación fue la última gran fiesta en la que participó el primo de Irene e hijo de Karina, Huntley Fraser Macdonald, antes de partir a combatir en la guerra por Gran Bretaña. Había nacido en la estancia inglesa de El Maitén el 25 de julio de 1918 y a los 21 años era un avezado piloto. La fiesta coincidió con la culminación de su servicio militar que acababa de cumplir en los cuarteles de Bariloche. Y aunque la foto de su prima no se publicó, su actuación en la guerra mereció que, tres años después de la fiesta, La Voz Andina publicara la foto del joven oficial de la Real Fuerza Aérea. Salvador Valdacchino (h.) director del semanario, coronó a la reina de la belleza.

 

(Continuará)

FRANCISCO N. JUAREZ

fnjuarez@sion.com

 
notas relacionadas
Curiosidades
haga su comentario otros comentarios
 
 
sus comentarios
Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
Todos los derechos reservados Copyright 2006