Cientos de miles de jóvenes participaron ayer de la trigésimo segunda peregrinación a pie al Luján, considerada la mayor expresión de fe popular de la Argentina, para pedirle a la Virgen que los argentinos "pueden vivir en paz y como hermanos". La columna principal, con la "imagen cabecera" de la Virgen, partió al mediodía de la intersección de las avenidas Rivadavia y General Paz, previa bendición en el santuario de San Cayetano del obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Eduardo García. El prelado porteño bendijo los pies de los caminantes, en su mayoría jóvenes, y los exhortó a "vivir como hermanos" y a llevar "con confianza a la Madre, los gozos, fatigas, luchas y desesperanzas".
En tanto, el vocero del arzobispado de Buenos Aires, presbítero Guillermo Marcó, dijo que "duele" la desaparición del testigo Julio López, y expresó que "pediremos por él. La peregrinación es un buen momento para rezar y pedirle a la Virgen que cierre nuestras heridas y podamos vivir en paz", expresó el portavoz arzobispal al despedir a la columna principal en Liniers. La manifestación de fe -que lleva por lema "Madre, necesitamos vivir como hermanos"- culminará hoy a las 7 con la misa que presidirá el primado de la Argentina, cardenal Jorge Bergoglio, y concelebrarán los obispos de la región Buenos Aires. El purpurado porteño dispuso que ayer y hoy se celebren misas en honor de Nuestra Señora de Luján en las parroquias, a fin de acompañar a los peregrinos.