NEUQUEN (AN) - El discurso de Ana Pechen descansa en una sólida formación académica, una extensa y activa trayectoria profesional y su reciente gestión como rectora de la Universidad Nacional del Comahue (UNC). Su nombre fue el primero que sonó para acompañar en la fórmula a Jorge Sapag en la precandidatura a gobernador por el MPN, pero recién se confirmó hace un par de días tras un proceso que le sirvió, también, para conocer los códigos de la política, con sus idas y vueltas, y experimentar las particulares situaciones que genera la definición de una candidatura.

Asume su primera incursión en la disputa de un cargo estrictamente político como un compromiso, en la necesidad de que las personas se involucren en lo público, la recuperación de las instituciones y el afianzamiento de la democracia como estilo de vida.

Reivindica la vigencia de los partidos políticos, el protagonismo de la mujer en cargos públicos y los principios fundamentales de su partido. Propone el diálogo para la búsqueda de los consensos y rechaza la confrontación por la confrontación misma como manera de hacer política.

Y se tiene una enorme fe para convencer a los afiliados e independientes en la interna y luego darle continuidad a la hegemonía emepenista en la provincia.

-¿Cómo asumió el proceso de su designación?

-Con prudencia. Nunca había sido expuesta como integrante de la fórmula y la conversación en firme de presentar la fórmula se dio esta semana.

-¿Estaba dispuesta a dejar su lugar en pos de una lista de unidad?

-Sí. Se hizo un gran esfuerzo por tratar de aunar las posiciones y evitar la interna.

Pero esto no se da cuando realmente no hay coincidencias y finalmente aceptamos las reglas normales de la democracia, que es competir. Pero hay que competir con los proyectos, con las personas y presentarlos a la voluntad de los electores.

-¿Por qué es precandidata?

-Toda mi vida la dediqué a la academia, la ciencia y la formación de los jóvenes, que es lo que amo, pero me movió la necesidad de que personas de buena voluntad, con formación y capacitación, nos involucremos fuertemente en la cosa pública para tratar de recuperar las instituciones, el respeto a la sociedad, a la gente y tratar de aportar un poco de aire fresco a la política.

-¿Cuál es la expectativa?

-Quienes hemos sufrido en los últimos 30 años de la vida política del país, principalmente teniendo presente la crisis de 2001, hemos aprendido que fundamentalmente necesitamos de la participación de todos, involucrarnos cada vez más en la cosa pública, para defensa de las instituciones.

-¿Qué propuesta tiene para la Cámara?

-Hay que cambiar el criterio de la confrontación, es necesario consensuar, definir políticas de Estado, no se puede vivir confrontando, porque nos hace daño como país. Hay que dar una profunda discusión en los temas, buscar los consensos y avanzar, como más de una vez se ha podido, en temas abordados por el lado de las coincidencias y no poniendo tanto énfasis en las diferencias.

-¿Por qué cuesta el consenso?

-En parte porque se ha alentado ese desencuentro. Si uno alienta la confrontación después es difícil pedir consenso. En ese sentido Jorge Sapag es una persona que trabaja desde la búsqueda del consenso. Su característica facilita esto y yo soy una persona que tengo esos mismos lineamientos. Bueno, en algún momento me he puesto muy dura y he adoptado posiciones un tanto intransigentes, pero en general soy de propiciar el consenso.

-¿Su rol será más complejo o simple que en la UNC?

-No creo que haya nada más difícil que el Consejo Superior de cualquier universidad, porque esos ámbitos están de alguna manera integrados por librepensadores y es difícil compatibilizar a tantos librepensadores. En la Cámara hay bloques y ciertos códigos que se respetan. Estimo que, en esos términos, es más sencillo manejar la Cámara, frente a un Consejo Superior donde el individualismo no responde códigos preestablecidos como hay en los partidos.

-Las campañas, la interna y la general, serán muy duras.

-Sí, puede ser dura, pero yo lo voy a hacer con mi estilo. Soy muy respetuosa de los adversarios, nunca utilizo la descalificación, así que por más dura que sea no voy a perder mi estilo de respeto al disenso. No le tengo miedo a confrontar ideas y me disgustan las confrontaciones.