SAN SEBASTIAN, (DPA).- La francesa "Mon fils à moi", del debutante Martial Fougeron, y la iraní "Niwemang" ("Half Moon"), de Bahman Ghobadi, se repartieron la Concha de Oro del Festival de Cine de San Sebastián que ayer cerró su 54 edición. El argentino Carlos Sorín se llevó el premio especial del jurado por "El camino de San Diego".

La critica acogió con una ovación la distinción a la película iraní, pero abucheó al escuchar que la producción francesa también había sido premiada. "Mon fils à moi" tuvo una fría acogida en el certamen español, que aplaudió sin embargo la Concha de Plata a la mejor actriz, concedida a su protagonista, la francesa Nathalie Baye.

El iraní Bahman Ghobadi (Baneh, 1968) no olvidará jamás el Festival de San Sebastián, pues hace dos años se llevó la Concha de Oro por su tercera película, "Las tortugas también vuelan". En esta ocasión, el cineasta ha querido retratar la agonía del pueblo kurdo a través de un músico, que reúne a sus hijos para actuar en el Kurdistán iraquí tras la caída del dictador Sadam Hussein. La película, que ha sido prohibida en Irán por aparecer una mujer sola cantando, se lleva además el premio de la crítica FIPRESCI y el de la fotografía para Nigel Bluck y Crighton Bone, que consiguieron capturar la magia de las montañas nevadas del Kurdistán.

"Half Moon", que cuenta también con producción iraquí, representará a Irak en la carrera al Oscar a la mejor película extranjera. Por su parte, Fougeron muestra el amor desmedido de una madre en "Mon fils à moi", un drama sobre los abusos psicológicos en el que brilla la francesa Nathalie Baye.

El español Juan Diego ha sido distinguido con la Concha de Plata al mejor actor por su papel de pésimo padre en "Vete de mí", la comedia de Víctor García León. Además, el director estadounidense Tom DiCillo recibió la Concha de Plata al mejor director por la comedia sobre el mundo de la fama "Delirious", que también ha sido distinguida por su guión, firmado por el realizador neoyorquino.

El jurado, presidido por la actriz francesa Jeanne Moreau, también se ha acordado del cine latinoamericano y el argentino Carlos Sorín recogió el Premio Especial del Jurado por "El camino de San Diego", el trabajo sobre un fan de Diego Armando Maradona con el que cierra la trilogía iniciada con "Historias mínimas".

Los realizadores Isabel Coixet, Sara Driver, Bruno Barreto y Manuel Gómez Pereira, así como el actor Bruno Ganz y el Premio Nobel de Literatura José Saramago, confeccionaron este palmarés en el que se ha quedado fuera atractivas propuestas como la japonesa "Hana" o el documental "Forever", de Heddy Honigmann.

El balance del festival resulta positivo. Ninguna de las 16 propuestas en concurso fue deslumbrante pero tampoco hubo películas que suscitaran un sonoro abucheo y en general el nivel no decepcionó. Además, ha resultado gratificante ver ensalzada la comedia, un género difícil de encontrar en las grandes citas cinematográficas.

Los más decepcionados este año han sido los cazadores de autógrafos que, a diferencia de otros años, apenas se acercaron al lujoso hotel María Cristina o al Kursaal, la moderna sede del certamen junto a la playa, para ver a sus estrellas.

Aparte de los premios Donostia, Max von Sydow y Matt Dillon, por San Sebastián se dejaron ver Steve Buscemi, Adam Sandler, David Hasselhoff, Diane Kruger y Oliver Stone. Pero se habló más de las ausencias, como la de Ed Harris, Brad Pitt, John Travolta, Salma Hayek o Meryl Streep, todos ellos con película en la cita vasca.

Los que más contentos han quedado son los que amantes de Ernst Lubitsch y Barbet Schroeder, pues el festival ofrecía la posibilidad de ver de nuevo sus trabajos a través de sendas retrospectivas.