ROCA (AR).- La visión negativa sobre el futuro de la vitivinicultura en Río Negro no es compartida por todos los productores y bodegueros de la provincia.

"El sector ha crecido muchísimo, la inversión ha sido muy fuerte y las empresas orientadas a la exportación trabajan activamente", resumió Guillermo Barzi Canale en diálogo con este diario.

El presidente de Humberto Canale SA se refirió a las críticas lanzadas días atrás por la Asociación Vitivinícola de las Zonas Frías de Río Negro, cuyos integrantes se quejaron por la falta de un proyecto serio que aliente el desarrollo de la actividad en la provincia.

El documento de la entidad graficó que desde 1994 a 2006 en Río Negro cerraron 49 bodegas y la superficie de viña en producción cayó de 9.000 a 2.200 hectáreas.

De esta manera quedó atrás el tercer lugar que ocupaba la provincia en 1985 en el ranking de elaboración de vinos en el país, llegando en este año al sexto puesto y en tránsito descendente.

Barzi Canale sostuvo que "no todos viven la misma situación" y ubicó a quienes trazaron el desalentador panorama como un "subsector" de la actividad vitivinícola rionegrina.

"Es un fiel reflejo de lo que ocurre en el resto del país. Este subsector está complicado y el es el mismo que hizo un piquete en la ruta 7 de Mendoza hace unos días. Pero al mismo tiempo Argentina crece al 25 % anual en las exportaciones de vinos", consideró el empresario.

Para el propietario de la bodega Canale la alternativa para la recuperación pasa por la reconversión. "Es como si un productor de manzanas intentara seguir adelante con Red Delicious común. Está claro que el mercado pide otra cosa", ejemplificó.

Además, remarcó que Río Negro no es una zona para hacer uvas en volumen -por el clima frío- y por eso no es posible competir con la producción de Mendoza y San Juan. En esta línea, se mostró a favor de elaborar menor cantidad, pero de mayor calidad.

Actualmente, las cuatro firmas de la provincia que venden sus vinos en el exterior están agrupadas en el Grupo de Bodegas Exportadoras de Río Negro. Se trata de Estepa, Canale, Infinitus y Noemía.

"Pensamos que la vitivinicultura de calidad es una excelente alternativa para la diversificación productiva. Incluso hemos logrado que el gobierno entienda que es necesario el apoyo y así se expresó en tareas de promoción a nuestros vinos", comentó Barzi.

Respecto de los sectores en los que se divide la actividad, describió que algunos están orientados hacia la producción de vinos de calidad, por otra parte está la producción de mosto y está el subsector de vinos comunes, que a su vez está dividido entre quienes producen uvas tintas comunes y blancas comunes y criollas.

"El cuadro global muestra que en el país cayó del 75 al 50% la producción de la uva para vino de mesa común. Además, en Río Negro las buenas uvas superan el 50 por ciento de la superficie de viñedos. Por eso hay que saber diferenciar a la hora de hablar sobre el presente de la vitivinicultura en la provincia", completó Barzi.