WASHINGTON (AP) _ La Cámara de Representantes aprobó ayer un proyecto de ley que autoriza al gobierno a interrogar y enjuiciar a los detenidos por terrorismo, con lo que el presidente George W. Bush quedó a punto de obtener una victoria preelectoral con una pieza crucial de su plan antiterrorista, en medio de una dura polémica con los demócratas por la guerra de Irak.
Sólo unas horas de debate bastaron para que la cámara baja del Congreso aprobara por 253 votos contra 168. La mayoría republicana impidió a la oposición presentar cualquier enmienda. El texto debe ser aprobado definitivamente hoy, si el Senado rechaza -como está previsto- as enmiendas propuestas por los demócratas y un puñado de legisladores republicanos.
Bush destacó que el texto permitirá continuar un programa "vital" que permite a la CIA detener y hacer hablar a los detenidos sospechosos de terrorismo, "para ayudar a mantener seguro a nuestro país". El proyecto de ley principalmente fija las reglas para juzgar a los prisioneros en Guantánamo (Cuba), ninguno de los cuales ha sido juzgado cinco años después de la apertura del campo. El texto suprime toda posibilidad de recursos judiciales de los prisioneros contra las condiciones de detención y precisa que los agentes encargados de interrogar a los sospechosos tienen la prohibición de recurrir a la tortura o a tratamientos "inhumanos o degradantes".
Los demócratas renunciaron a obstruir el proyecto, por temor a mostrar suavidad en sus convicciones antiterroristas, lo que no les impidió denunciar el gran margen de maniobra que el texto concede a las autoridades. "Autorizar la detención indefinida (de sospechosos) en condiciones que no puedan impugnar el juicio es contrario a nuestra historia y a nuestros valores", destacó la jefa de la bancada demócrata en la cámara baja, Nancy Pelosi. Pelosi declaró su convicción de que el texto será invalidado por la Corte Suprema de Estados Unidos
La campaña electoral subió de tono tras la aparición de un nuevo informe sobre la guerra en Irak y el terrorismo, que enfrentó a demócratas y republicanos con una virulencia inusual. La publicación de algunas páginas de un documento de los servicios de inteligencia sobre Irak y el terrorismo, en las que se afirma que la guerra en Irak "está formando una nueva generación de terroristas" y que un retiro prematuro sólo envalentonará a los terroristas, desencadenó duros enfrentamientos verbales. "La verdad es clara", aseguró el ex candidato demócrata a la presidencial John Kerry: "la arrogancia (de la administración), su incompetencia y su ceguera ideológica nos deja con más terroristas que quieren matar a estadounidenses en el mundo". La mayoría republicana no le fue a la zaga y trató a sus adversarios demócratas de "derrócratas" dispuestos a cualquier cosa con tal de "deformar la guerra contra el terrorismo".