CORDOBA (DyN) - El ex presidente Carlos Menem abandonó a primera hora de esta tarde la clínica donde permanecía internado desde anteanoche, afectado por un cuadro de hipoglucemia. "Estoy muy bien, gracias a Dios", fue lo primero que dijo el senador por La Rioja al retirarse en silla de ruedas alrededor de las 13 del Instituto Modelo de Cardiología, en la capital provincial.
Menem fue internado en la noche del martes, cuando se sintió mal durante un acto proselitista en la localidad de La Calera, a 18 kilómetros de aquí. Tras ser sometido a los últimos análisis clínicos, los facultativos del establecimiento, ubicado en el barrio Urca, resolvieron otorgarle el alta médica.
Menem comentó, en un breve contacto con la prensa, que viajaría inmediatamente a Buenos Aires "para reiniciar mis actividades políticas", tras lo cual fue introducido en una camioneta que lo llevó al Aeropuerto Córdoba, donde abordó un avión privado pasadas las 13.30 rumbo a la Capital Federal.
Cuando se le preguntó cómo iba a ser a partir de ahora su actividad política, Menem dijo: "Como siempre, trabajando, andando por todo el país y conversando con la gente". Ayer, su hermano Eduardo Menem ratificó que Menem seguirá adelante con la candidatura presidencial, porque va a morir haciendo política".
El doctor César Serra, uno de los directores del Instituto, señaló esta mañana que el ex mandatario "está perfectamente bien", pero que por razones médicas habían postergado por unas horas más su permanencia en la institución. Menem, por su parte, dijo sobre su esposa, Cecilia Bolocco, que "ya está por venir", confirmando lo manifestado por voceros del ex presidente de que la mujer viajaba desde Miami y se encontraría en Buenos Aires con él.
El alta y la salida de Menem de la clínica se concretó luego de un operativo de distracción, porque mientras su hija Zulema y su médico personal, Alejandro Tfeli, conversaban con los periodistas en el ingreso principal del centro asistencial, el ex presidente era sacado en silla de ruedas por el portón de la playa de estacionamiento y subido un vehículo con vidrios polarizados.
Algunos cronistas advirtieron la situación y lograron hablar con el paciente, que estaba vestido con camisa clara y pantalón oscuro, y lucía de buen ánimo. Instantes antes, su hija había comentado que la familia y sus allegados se "habían pegado un verdadero susto" y que si bien "realmente no pasó nada", le había exigido a su padre "hacerse todos los exámenes y chequeos necesarios" para "estar seguros" y sólo este modo "que siga con su actividad".