El aula de la escuela Islas Malvinas de Carmen de Patagones donde hace casi dos años un alumno mató a balazos a tres de sus compañeros e hirió a otros cinco no volverá a usarse para el dictado de clases, precisaron ayer fuentes educativas. La inspectora jefa del distrito en el área polimodal, Raquel Incaminato, dijo que "no se volverá a usar como aula, esto ya es una cosa decidida" pero advirtió que "todavía no terminó de definirse el nuevo destino. La dirección general de Educación y Cultura comprende el pedido de los alumnos de la escuela que fueron testigos y sobrevivientes del drama, que dentro de pocos meses serán egresados del establecimiento" dijo la funcionaria a Télam.
Incaminato agregó que "hay distintas hipótesis sobre la adaptación de ese espacio del edificio, desde un jardín interior, un sitio permanente de recordación, hasta una biblioteca virtual; pero esto se conversará con alumnos, padres y docentes, para buscar el consenso" La inspectora sostuvo al respecto: "Somos muy cuidadosos en no herir la susceptibilidad ni tocar el dolor de nadie".
Los alumnos de la escuela que sobrevivieron al ataque de Júnior, como se identifica al adolescente, quieren destinar el aula a una "sala de reflexión". El aula actualmente es un santuario y los alumnos pretenden derribar la pared que la separa del pasillo y colocar un mural en el lugar que el gobierno provincial iba a destinar para la biblioteca. Está ubicada en el pasillo lateral izquierdo del edificio de la calle San Lorenzo de Patagones y quedó cerrada desde la tarde del 28 de septiembre de 2004. Después que la policía científica tomara fotos y huellas, cuando la jueza Graciela Ramallo levantó la inhibición al acceso, el intendente municipal Ricardo Curetti ordenó que una cuadrilla tapara las marcas de los balazos y repintara las paredes.
Al caer el sol del fatídico día, un grupo de ex compañeros de Federico, Evangelina Miranda y Sandra Núñez, los tres adolescentes muertos que estaban siendo velados en el club Atenas, ocupó el aula, tapizó sus paredes con pintadas en aerosol y después cerró la puerta con una llave que sólo ellos conservan en su poder. "No habrá olvido, ustedes vivirán siempre en nuestros pensamientos y corazones" y los nombres de las tres víctimas, varias veces repetidos, puntualizan las inscripciones que todavía existen en el lugar.
Hace un año, durante los momentos previos a la celebración religiosa por el primer aniversario de la tragedia, la puerta del aula fue abierta para el ingreso de la comunidad. La actual directora interina del establecimiento, Adriana Roumec, coincidió en la necesidad de "encontrar acuerdo acerca del nuevo uso del aula, estamos construyendo ese acuerdo todos los días". De todos modos, la cuestión no estará resuelta el jueves próximo, cuando la comunidad educativa y todos los habitantes de Carmen de Patagones protagonicen una marcha con velas, desde la puerta de la escuela Islas Malvinas hasta la costa del río en recordación de los jóvenes asesinados. (Télam)
