QUITO _ El país se encontraba conmocionado ayer por el accidente carretero que el domingo causó la muerte de 47 personas, más de 30 de ellas integrantes de cuatro familias que vivían en la una misma barriada capitalina. Las 47 personas que murieron pertenecían a cuatro familias que celebraban el regreso de un emigrante desde España, revelaron autoridades.
De los 52 ocupantes del vehículo escolar sólo cinco niños, entre los seis y 11 años, se salvaron de morir en una de las peores tragedias en carretera de los últimos años.
Los niños sufrieron graves heridas pero se recuperaban este lunes en centros hospitalarios de Quito, mientras en las afueras de la morgue las familias continuaban con el reconocimiento de los cadáveres, constató la AFP.
Las víctimas pertenecían a cuatro familias que habían salido de la ciudad, para celebrar la llegada de un miembro que estuvo trabajando en España cuatro años, según fuentes oficiales.
"Era un paseo familiar que se había organizado para celebrar que uno de los allegados regresó de Valencia", señaló Criollo Quisphe, vecino de las víctimas, en declaraciones al diario El Comercio.
Las personas fallecieron al parecer cuando regresaban de la localidad de Papallacta -un centro turístico de aguas termales- en un autobús contratado que se sospecha perdió los frenos en una curva peligrosa.
El vehículo chocó contra una peña ocasionando la muerte inmediata de 44 ocupantes, mientras otros tres perecieron cuando eran trasladados hacia un centro sanitario, indicó la Cruz Roja.
Los noticieros de radio y televisión y las portadas de periódicos catalogaron el hecho como una "tragedia" sin precedentes en los últimos años en este país, donde estos acci
dentes son algo frecuentes por lo peligroso de las carreteras y caminos.
El coronel Lino Proaño informó a la prensa que según las investigaciones de la policía el accidente se produjo por un recalentamiento en el sistema de frenos, a lo que se sumó el exceso de velocidad y al elevado número de pasajeros. El chofer murió en el accidente. (AP/AFP)
