LAS GRUTAS (ASA)- Un nene de apenas un año y medio se salvó de milagro de recibir lesiones serias tras caer desde unos ocho metros de altura cuando se soltó de la mano de su madre y se precipitó desde el acantilado entre la Primera y la Segunda Bajada de esta villa turística.
El hecho ocurrió en la tarde del domingo cuando la familia Paredes oriunda de la ciudad de Mar del Plata caminaba por la Costanera conociendo este balneario, de paso en un viaje de placer por la Patagonia. Imprevistamente, el chiquito superó el pequeño paredón blanco que caracteriza a este sector de Las Grutas y cayó desde una altura cercana a los ocho metros. La suerte estuvo de su lado, ya que el impacto fue contra la arena, sin golpear increíblemente contra nada firme que pudiera haberle provocado lesiones de gravedad.
Desesperados, sus padres y los testigos que caminaban por la playa lo asistieron y rápidamente lo llevaron hasta el centro de salud de Las Grutas donde fue atendido por los médicos del lugar.
La terrible experiencia provocó un serio shock en el pequeño de solamente un año y medio, que no paraba de llorar ante lo ocurrido, pero por fortuna las revisiones más profundas permitieron determinar que no existían fracturas ni heridas de gravedad, por lo que rápidamente fue dado de alta.
Desde la comisaría local, su titular Wálter Cáceres confirmó el hecho y destacó la buena fortuna del niño ya que a pesar de las primeras suposiciones que hacían prever la posibilidad de un hecho más grave, finalmente se confirmó que el pequeño había resultado casi ileso.
Por este motivo no se hicieron actuaciones policiales ni judiciales y el susto quedó como una anécdota terrible para la familia Paredes, que no se llevó el mejor recuerdo de esta villa turística.
El hecho es un llamado de atención para los padres con miras a la próxima temporada, para evitar que los niños traspongan el paredón de la Costanera, por el riesgo que implica el alto acantilado grutense.