El gobernador bonaerense, Felipe Solá, afirmó ayer que Julio Jorge López, el testigo clave en el juicio al represor Miguel Etchecolatz, "es el primer desaparecido que desaparece en democracia" y advirtió que, frente a ese escenario se teme "lo peor", en referencia a que "pudo haber sido secuestrado".

Solá planteó que López pudo haber sido secuestrado "para intimidar a futuros testigos" en las causas por crímenes del terrorismo de Estado o por lo que pueda decir contra cómplices de Etchecolatz.

El gobernador reveló que se investigan las visitas recibidas y a recibir por Etchecolatz en la cárcel de Marcos Paz, donde además están su ex chofer y el médico Jorge Bergés, también condenado por crímenes en la dictadura.

"Lo peor es pensar que ha sido secuestrado. A partir de eso se puede esperar cualquier cosa. Si alguien se anima a secuestrar a una persona porque ha sido testigo luego de 30 años, se puede esperar cualquier cosa. La vida en democracia y la República en que queremos vivir no puede tolerar bajo ningún concepto quedarse quieto ni un minuto frente a esa posibilidad", planteó Solá.

De esta manera, el Gobierno bonaerense salió a remarcar el peso "político" de la desaparición del albañil López (77 años), cuyo paradero es un misterio desde el pasado lunes 18, cuando tenía previsto ir al final del juicio oral contra el ex Director de Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la dictadura, a quien acusó de torturarlo.

Los gobiernos nacional y bonaerense habían sido cautelosos a la hora de destacar el secuestro sobre otras hipótesis, como un shock emocional o un problema neurológico por su edad. Pero Solá definió la principal sospecha: dijo que el caso López "no tiene nada que ver políticamente con un desaparecido cualquiera", su ausencia "es clave" y por eso pidió "a todo el pueblo argentino" que los ayude "a tratar de encontrarlo".

Incluso, se pondrá la foto de López en autos oficiales, mientras hay diálogo con organizaciones sociales y sindicales -incluidos los cartoneros- para que colaboren en la búsqueda. "Este caso se ha convertido en una cuestión fundamental para la democracia. Es el primer desaparecido (después) del terrorismo de Estado a quien no podemos encontrar desde hace una semana. Es decir que más allá de lo que pueda pensarse y los mejores pronósticos que podemos tener, nos cabe también suponer que pudo haber sido secuestrado", dijo Solá a la prensa.

El ministro de Seguridad, León Arslanián, no quiso avalar tácitamente esa hipótesis; dijo que si se confirma esa sospecha "sería un hecho extraordinariamente importante, violento y estremecedor".

Arslanián, al frente de la búsqueda, señaló que las tareas se dividen en "rastrillajes" e "investigación", reseñó que se buscan datos "de las personas mencionadas en el proceso y sus vinculaciones" y dijo que "podría haber" policías implicados porque "nada se descarta".

El fiscal federal Carlos Dulau Dumm, cuya acusación sirvió para condenar a Etchecolatz a reclusión perpetua, coincidió en que "caben todas las hipótesis" porque "pasan las horas y la incertidumbre es mayúscula".