LA HABANA (DPA) - La salud de Fidel Castro es un "secreto de Estado" a un grado tal que la fecha exacta de la operación que el 31 de julio lo llevó a delegar sus poderes por primera vez en los más de 47 años de "Revolución" se confirmó hace apenas dos semanas y de manera indirecta, a través de una entrevista que el líder cubano concedió a su amigo Miguel Bonasso, diputado e intelectual argentino.

Cuando mañana se cumplan dos meses de la intervención quirúrgica, todo lo demás que rodea la enfermedad de Castro sigue cayendo en el saco de la rumorología o de las informaciones nunca confirmadas oficialmente, salvo la paulatina mejoría del convaleciente, tal como resaltan las autoridades cubanas siempre que hay ocasión.

El diario indio "Times of India" afirmaba que el encuentro de su primer ministro, Manmohan Singh, con Castro en el marco de la cumbre de Países No Alineados (NOAL) en La Habana tuvo lugar "en las oficinas del Partido Comunista" en la capital cubana. Esto situaría el lugar de convalecencia del presidente cubano en pleno centro de La Habana, aunque las autoridades de la isla no han dado ningún dato al respecto. Bonasso, quien se reunió con el "Comandante" en dos ocasiones, se limitó a describir la habitación donde se recupera Fidel Castro como "un cuarto austero, blanco y totalmente despojado de adornos", según relató a "Página 12".

Eso sí, un teléfono no falta, como destacó su hermano Raúl: "No crean que el comandante en jefe está tirado en una cama. Tiene un teléfono al lado y si hace unos días dije que lo usaba, ahora digo que cada día lo usa más", dijo el gobernante interino de Cuba. Incluso la causa misma de la operación sigue siendo un misterio. Desde una afección intestinal a una diverticulitis o incluso cáncer, el silencio oficial ha disparado las especulaciones tanto en la isla como en Miami, donde los anticastristas han tenido que ir replegando banderas y pancartas de celebración de la muerte del presidente cubano en vista de que, al menos por el momento, parece estar recuperándose.