| ||
López no aparece y el gobierno se pone nervioso | ||
Pasan las horas, siguen los rastrillajes y crecen los interrogantes. | ||
Con el corazón en la boca. Así asume por estas horas el gobierno nacional la desaparición del albañil Julio López, testigo de significación en el juicio que por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura última, llevó a la condena a cadena perpetua al comisario Etchecolatz. Hoy se cumple un semana del momento que no se supo más de López, residente en La Plata. Ayer, en análisis firmado por Susana Grassi, la Agencia DyN señaló que "el gobierno sumó a sus preocupaciones habituales, como la seguridad y la contención de precios, el temor de enfrentar un rebrote de demostraciones de fuerza por parte de sectores reaccionarios de derecha y hasta de tener "el primer desaparecido en democracia". Mientras Néstor Kirchner estaba en Nueva York, desaparecía Julio López, situación que generó un verdadero revuelo en la delegación argentina. La preocupación se justifica. Lo de López fue contemporáneo a la condena a Etchecolatz, a la reaparición de acciones antisemitas y apenas un poco tiempo después de que el gobierno sancionara severamente a militares en retiro y en actividad por actos reivindicatorios de la lucha antisubversiva. Kirchner, que coloca la política de Derechos Humanos en el primer plano de su gestión, ordenó poner todo el poder del Estado para esclarecer la desaparición de López a pesar de que el asunto es jurisdicción bonaerense y, al mismo tiempo, instruyó a sus funcionarios a no hacer ningún tipo de comentarios al respecto para no alarmar a la población. "En otras palabras, el presidente no está dispuesto a ver durante su gobierno una renovada ola de simpatizantes de la dictadura militar apelando a los métodos de aquellos años", reflexionó DyN ayer en el análisis antes mencionado. El lunes pasado, muy temprano, López, 73 años, dejó su casa de La Plata. A partir de ese momento no se sabe nada de él. Horas después, la Justicia descargaba una dura condena sobre Miguel Etchecolatz, ex jefe de Inteligencia de la Policía Federal durante la dictadura, un aparato de muerte y desaparición de personas durante ese régimen. Sobre el filo de la media tarde del lunes, ante la desaparición de López, el gobierno bonaerense ofreció 50 mil pesos de recompensa a quien ofreciera datos sobre el paradero del albañil. Luego remontó a los 200 mil pesos el acercamiento de esos datos. Sin embargo, López sigue sin aparecer. | ||
Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí | ||