CENTENARIO (ACE).- Con la participación de más de 20 mil personas, y bajo el lema "Madre necesitamos vivir como hermanos", se realizó ayer una nueva peregrinación zonal al santuario de la Virgen de Luján, en Centenario.

En esta oportunidad, la número 26 para la tradicional celebración, el obispo Marcelo Melani no pudo estar presente por encontrarse en la zona norte de la provincia.

El pronóstico del tiempo no auguraba buen clima, sin embargo un cielo totalmente despejado y una temperatura más que agradable acompañaron a los peregrinos que partieron cerca de las 9 desde la rotonda de la calle Dr. Ramón en Neuquén. La columna, que ocupó dos de las cuatro vías de la multitrocha que une Neuquén y Centenario, tuvo su primera parada en la gruta ubicada en la zona de bardas próxima a las cabinas de peaje.

Los más jóvenes subieron el escarpado camino para llegar a la imagen de la Virgen. Luego, los feligreses continuaron la procesión hasta Centenario, aunque sólo una parte de la multitud participó de la misa.

La misma fue celebrada desde un altar ubicado a las puertas de la parroquia Virgen de Luján, frente a la plaza San Martín. Los organizadores dispusieron puestos con agua fresca y manzanas para los cansados peregrinos. Además, muchos aprovecharon la oportunidad y desplegaron puestos con variada oferta de alimentos y bebidas.

Familias enteras y fieles llegados desde Neuquén, Vista Alegre y San Patricio del Chañar, entre otras localidades, aplaudían el arribo de las imágenes y representaciones de vírgenes de distintas advocaciones. Algunos fieles portaban pancartas en contra del aborto. El grupo de música Marantha, de la Diócesis de Neuquén, acompañó con las tradicionales canciones religiosas.

Las trabajadoras de la guardería del barrio Trahún Hué, que mantienen ocupado el edificio municipal desde hace una semana, adhirieron a la peregrinación mientras el cura Rubén Capitanio pedía por trabajo digno y justo para todos.

"Ser más solidarios"

La misa, presidida por el padre Vicente Graziano, comenzó a las 12,30. En su homilía, Capitanio aludió al pasaje bíblico donde se relata el milagro de Jesús que transformó el agua en vino. "Pero el milagro, dijo, fue ayudado por todos. Tenemos que ser más solidarios. Si no somos servidores de los demás estamos siendo infieles a nuestra condición de cristianos", agregó el cura.

Durante la misa, y debido a la temperatura y el cansancio de la caminata, algunos asistentes debieron ser atendidos por los médicos por desmayos y bajas de presión. Finalmente se leyó un mensaje del obispo Melani, quien no pudo asistir por encontrarse en Barrancas. Luego del servicio religioso la gente se desconcentró, aunque no fueron pocos los que se quedaron a disfrutar en la plaza a disfrutar del día casi veraniego.