WASHINGTON,  BAGDAD (AFP/AP) - Un informe confidencial de los servicios de inteligencia norteamericanos concluye que la guerra en Irak contribuyó a engendrar una nueva ola de radicalismo musulmán y aumentó la amenaza terrorista, según consignaron ayer los principales diarios estadounidenses.
Estas conclusiones figuran en la Evaluación de Inteligencia Nacional, un informe titulado “Tendencias del terrorismo mundial: implicaciones para Estados Unidos”, primer análisis oficial del terrorismo mundial elaborado por los 16 organismos de inteligencia del gobierno estadounidense desde el comienzo de la guerra en Irak en marzo del 2003, escribe The New York Times.
El informe se escribió entre 2004 y abril pasado, precisa el diario, que cita a responsables anónimos que lo leyeron. Según uno de ellos, el informe concluye que “la guerra en Irak agravó el problema general del terrorismo”. El análisis figura en la Evaluación de Inteligencia Nacional, que contradice las tesis oficiales del gobierno de George W. Bush, que no dan ningún indicio de que pueda haber nuevas acciones terroristas en suelo estadounidense.
La “Evaluación...” destaca, sin embargo, que la amenaza general del terrorismo se acrecentó desde el 11 de setiembre. Otro diario, The Washington Post, escribe que aunque los responsables de los servicios de inteligencia del país están de acuerdo en el hecho de que Estados Unidos dañó seriamente a Al Qaeda y afectó su capacidad de planificar y realizar grandes operaciones, las redes islamistas se descentralizaron y extendieron.
Según el Post, numerosas células terroristas no están conectadas a una estructura central y se desarrollan de forma independiente. Se comunican únicamente entre ellas y encuentran su inspiración, ideología y tácticas en los cerca de 5.000 sitios islamistas de internet, agrega el diario de la capital estadounidense.
Mientras tanto, la escalada de violencia en territorio iraquí no cesa y ayer se registraron al menos seis muertos y 25 heridos en distintos atentados, incluido un ataque con proyectiles de mortero contra el Ministerio de Salud y un atentado con coche-bomba junto a una patrulla.
En el oriente de Bagdad, un coche-bomba estalló al paso de una patrulla policial. La explosión mató a dos personas y dejó lesionadas a otras 13. Entre los fallecidos había un policía, mientras que cinco agentes resultaron heridos, dijo el teniente Bilal Alí.
Un soldado iraquí pereció en el oriente de Bagdad, durante un ataque por la mañana y dos soldados iraquíes más murieron y otros dos resultaron heridos cuando un dinamitero suicida en un automóvil embistió un retén en Tal Afar, 420 kilómetros al noroeste de Bagdad.