PARIS (AFP) - La presunta muerte del jefe de Al Qaeda, Osama ben Laden, mencionada en un documento confidencial de los servicios secretos franceses, carecía ayer de confirmación en Riad, Washington, Islamabad o París, pero la revista estadounidense Time cita una fuente saudita según la cual está "gravemente enfermo".
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Philippe Douste-Blazy, dijo ayer que no tiene conocimiento "ni de problemas de salud ni de la muerte de Ben Laden". "Que yo sepa, ben Laden no está muerto, tan simple como eso", declaró el ministro durante una emisión de televisión.
Reproducida el sábado por el diario regional L'Est Républicain, la nota de la Dirección General de los Servicios Exteriores (DGSE), con fecha del 21 de setiembre, aseguraba que los servicios secretos saudíes tenían "la convicción de que Osama ben Laden está muerto". El islamista de 49 años habría sufrido el 23 de agosto "una crisis tifoidea muy fuerte que le provocó una parálisis parcial de sus miembros inferiores".
Supuestamente escondido en una zona montañosa fronteriza entre Afganistán y Pakistán, el millonario de origen saudita habría sido víctima de su "aislamiento geográfico", que le habría privado de "asistencia médica". Según la nota, los sauditas "están a la espera de obtener más detalles, principalmente sobre el lugar exacto de su inhumación, para anunciar oficialmente la noticia".
La autenticidad de la nota no genera dudas, ya que la ministra francesa de Defensa, Michele Alliot-Marie, ha ordenado una investigación sobre la "filtración" del documento, clasificado como "confidencial". Pero de la "convicción" a la confirmación hay un paso que los sauditas no han franqueado. "El reino de Arabia Saudita no tiene pruebas que sustenten los recientes informes de la prensa de que Osama ben Laden esté muerto. Toda la información es puramente especulativa y no puede ser confirmada por fuentes independientes", dijo su embajada en Estados Unidos.
La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, declaró a la prensa "no tener co
nocimiento" de la veracidad de la información y se negó a comentar su credibilidad.
En París, el presidente francés, Jacques Chirac, dijo también que la muerte de ben Laden no estaba "para nada confirmada".
En Pakistán, el ministro del Interior, Aftab Sherpao, declaró a la AFP que Islamabad tampoco podía confirmarlo. Citando "una fuente bien situada en Washington", la revista norteamericana Time escribió en su portal web que "ningún alto responsable cree que sea cierta" la muerte del islamista instigador de los atentados del 11-S, y añadió que ésta sólo es "una hipótesis formulada por analistas de los servicios sauditas sin pruebas sólidas para apoyarla".
Igualmente, la revista citaba a otra fuente saudita que, "de forma anónima", asegura que Riad recibió en las últimas semanas informaciones sobre una grave enfermedad de ben Laden.
En setiembre del 2005, un responsable militar estadounidense en Afganistán aseguró que ben Laden estaba enfermo y que intentaba recibir atención médica. En el 2002, su muerte fue anunciada en tres ocasiones y desmentida otras tantas por videos difundidos en la cadena de televisión qatarí Al Yazira.