NEUQUEN (AN).- El megaoperativo policial realizado durante la clausura de la planta juguera Orfiva se debió al temor de que la medida derivara en un nuevo caso Zanon, la cerámica neuquina que es operada por sus obreros.

El operativo incluyó a 70 efectivos, helicópteros y a una docena de vehículos azules, además de la brigada de canes de la Policía provincial.

"Se tomaron medidas en virtud de la reacción que podía generar la medida judicial", confirmó ayer una alta fuente judicial al ser consultada por este diario. La especie fue confirmada luego por un abogado que representa a un grupo de acreedores de Orfiva.

Por otra parte, ayer se confirmó que los sospechosos movimientos de maquinarias y vehículos de la quebrada firma Orfiva fueron los que aceleraron el pedido de los acreedores para clausurar la planta ubicada en el acceso a Plottier.

"Tenemos información concreta con nombres, lugares y números de serie", le dijo ayer a este diario una fuente allegada a la causa que determinó en junio la quiebra de la juguera neuquina.

La empresa -que procesa el 10 por ciento de la fruta para industria de la región pero no puede exportar- está en concurso de acreedores desde 1999 pero su quiebra fue determinada el 26 de junio de este año por la jueza civil Paula Stanislavsky, titular del Juzgado Civil 1 de esta ciudad.

Ayer, con un plantel mínimo, la planta siguió trabajando en medio de un riguroso control policial que incluyó al grupo especial de policía, Despo, cuyos efectivos están instalados allí desde el martes.

En Orfiva trabajaban, bajo distintas modalidades, alrededor de 60 empleados de los cuales apenas un 10% era planta permanente. Todo el personal estaba bajo la órbita de la empresa Industrial Andinas SRL en evidente precarización laboral.

Los obreros mostraron su preocupación por su futuro y están atentos a los movimientos que determine la Justicia y/o la sindica Mariana Saddi.

En planta hay instalado un emprendimiento de lombricompuesto y se realiza la molienda de fruta para una juguera ubicada en la ruta 151 en Cipolletti.

Los obreros consultados por este diario explicaron que la máxima autoridad de Orfiva en los últimos años ha sido el contador Luis Moreno quien no ha aparecido por la planta durante los últimos días.

La quiebra llegó a partir del pedido de tres acreedores: Macro-Bansud, Francés y una persona de apellido Bernardín. En tanto, el Banco Provincia de Neuquén (BPN) -uno de los mayores acreedores de Orfiva- tiene una hipoteca sobre la planta. La deuda en cuestión fue traspasada hace unos años al IADEP y luego la fiscalía de Estado de Neuquén solicitó la ejecución.