VIEDMA (AV)- La Fiscalía de Estado desestimó la denuncia por maltrato laboral o "mobbing" presentada por el licenciado en Economía Hugo Sanquigni contra el titular del IPPV, Vicente Pili, y el gerente de Asuntos Administrativos, Marcelo Cánneva. El ex funcionario de Viviendas Rionegrinas, que depende del IPPV, sostuvo que sufrió un despido encubierto, discriminación, acoso moral e injurias laborales por parte del directorio.

En el descargo ante la Cámara Laboral de Viedma, la Fiscalía de Estado consideró que esta denuncia sobre supuesta desjerarquización y mobbing responden a una interpretación "voluntaria y caprichosa" del denunciante.

No obstante admitió que con la asunción de Pili y el nuevo directorio de Viviendas Rionegrinas, fueron designados gerentes que estaban previstos en el escalafón de la empresa pero que no habían sido cubiertos "absolutamente lógicas en el marco empresario y no configura detrimento en la autoridad de un subgerente la designación de un gerente. Por el contrario no es habitual en la organización empresaria que un subgerente dependa en forma directa de la presidencia".

La empresa no realizó ningún recambio de los empleados que ocupaban cargos jerárquicos y sostuvo que los reemplazos que se realizaron fueron de común acuerdo con los agentes que pasaron adscriptos a otros organismos.

Planes estratégicos

También se admitió que con la designación del nuevo gerente se realizaron planes estratégicos para el área a cargo de Sanquigni, formulándose proyectos de programas que permitían desarrollar con mayor eficiencia su gestión al frente del área de ingreso. "Lo que no es cierto es que la conducción no autorizara la implementación de ninguno de los mismos. Por el contrario, el proyecto principal desarrollado es el programa de regularización de deudas que se encuentra en plena ejecución y consecuentemente se potenciaron las áreas de registro y cobranzas, según las recomendaciones realizadas en esos proyectos. Es más, la desvinculación de Sanquigni en el momento en que se comenzó a ejecutar esa iniciativa resintió su puesta en marcha requiriendo modificar algunos procesos por no contar con el subgerente del área de Ingresos".

Negó un intento de sumario contra el denunciante así como persecución por parte de los directivos de la empresa "extremo en el que jamás siquiera se pensó. Lo cierto es que en todo caso si alguien se encontraba en falta era el actor, quien debió haber dado aviso a su superior que se retiraba y dónde iba a estar desarrollando tareas".

El descargo de la Fiscalía concluyó en que "evidentemente Sanquigni tiene una gran resistencia a los cambios" y destacó que no se le modificaron las tareas, no se le disminuyó su haber ni se le cambió la categoría. "Tampoco se lo discriminó, maltrató o aisló jamás".

También fue negado el "mobbing", teniendo en cuenta que éste es un instituto aún no receptado legislativamente y que sólo ha sido delineado por la jurisprudencia.