BUENOS AIRES(DyN) - "Prefiero vivir en la cárcel de por vida y no estar preso de mi silencio", le dijo Miguel Etchecolatz a sus abogados cuando intentaron recomendarle que no desafiara a los jueces que estaban a punto de sentenciarlo a reclusión perpetua por crímenes de lesa humanidad.

Así lo reveló ayer a DyN el abogado Adolfo Casabal Elía, quien se encarga -junto a Luis Boffi Carri Pérez- de la defensa del ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la última dictadura, condenado anoche por la figura de "genocidio".

Mientras tanto sigue desaparecido un testigo clave en la condena a ex Etchecolatz .

Se trata de Julio López, 76 años, albañil que había sido secuestrado y torturado en 1976 por el ex director de Investigaciones de la Policía de la provincia de Buenos Aires, de quien se desconoce su paradero desde el lunes pasado. "La verdad es que no sabemos qué pudo haber pasado. Se nos ocurren muchas cosas, pero no tenemos ninguna certeza, es bastante raro. Amenazas hubo muchas, pero no podemos descartar ninguna hipótesis", dijo Luciano Sívori, del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos de la ciudad de La Plata.

Si bien en un primer momento se creyó que su ausencia podría estar vinculada a una "situación emocional" por acercarse el momento de la sentencia, Sívori descartó antecedentes psicológicos o un cuadro depresivo.

López fue visto por última vez la noche del domingo por su esposa, ya que cuando ella se despertó el lunes, él ya no estaba en su casa, ubicada en el barrio Los Hornos, en la periferia de La Plata, detalló Sívori.

El testigo clave era esperado en la sede de la municipalidad platense, sede del juicio contra Etchecolatz, donde el lunes se escucharon los alegatos de la querella, pero nunca llegó a destino.

Tras dar negativo un habeas corpus presentado el martes en La Plata, organismos humanitarios esperaban el miércoles ser recibidos en el Ministerio de Interior.

El testimonio de López sirvió para demostrar el grado de participación de Etchecolatz, de 77 años, condenado por seis homicidios, ocho casos de privación ilegal de libertad y tormentos a detenidos políticos.

El fallo consideró "delitos de lesa humanidad" los cometidos por el ex jefe policial "en el marco del genocidio que tuvo lugar entre 1976 y 1983".

El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata dará a conocer la semana próxima los fundamentos de su sentencia y, a partir de allí, la defensa tendrá diez días para apelar ante la Cámara Nacional de Casación Penal y luego ante la Corte Suprema de Justicia.

La defensa está empeñada en impugnar la sentencia, pese a que admiten que son pocas las posibilidades de que esos altos tribunales le den la razón a Etchecolatz, admitió el abogado del violador de derechos humanos.

Cuando esta agencia quiso saber que había dicho Etchecolatz tras el fallo -luego de sus gestos irónicos, el beso a un rosario y la mirada al cielo- y los incidentes, el abogado respondió: "Este señor, a pesar de la edad y las enfermedades que sufre, mantiene toda su valentía que lo hizo el enemigo número uno de los terroristas".