SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La cita electoral del próximo domingo ofrecerá a los barilochenses la esperada posibilidad de traducir en un gesto concreto aquellas ideas sobre lo que la ciudad necesita con urgencia, y que suelen circular tanto en las charlas de café como en los debates académicos.

Pero además de elegir convencionales y sentar las bases para la actualización de la Carta Orgánica, la onda expansiva del comicio tendrá indudable influencia sobre el panorama político provincial y nacional.

Así lo reconocen abiertamente los principales actores de la política local, que han recibido apoyos y presiones de lo más variados.

Las preferencias se repartirán entre nueve opciones, incluidas dos alianzas.

La Carta Orgánica vigente fue sancionada en noviembre de 1986 y su propio texto impone una actualización obligatoria a los 20 años. Antes de que se cumpliera este plazo hubo varios proyectos por convocar a una convención reformadora (en 2002 el Concejo llegó a sancionar una ordenanza con ese fin) pero los intentos terminaron a medio camino por desacuerdos entre los partidos políticos.

Cuando llegó finalmente el 2006 no todo resultó tan claro como parecía. Mientras la UCR, el ARI y varios partidos menores pretendían realizar la elección este año; el justicialismo, el Frente Grande y SUR quisieron postergarla para 2007. La relación de fuerzas en el Deliberante favoreció a los primeros.

La expectativa que generó el convite en ámbitos ajenos a Bariloche se deduce del desfile de personalidades nacionales.

El pasado 14 de julio dio el presente Mauricio Macri para lanzar la lista de PRO y ayer arribó el diputado socialista y candidato a gobernador en Santa Fe, Hermes Binner.

El ARI anunció que en su cierre de campaña estaría la líder del partido, Elisa Carrió, pero finalmente desistió. Sin embargo durante la campaña viajó al menos dos veces el diputado Eduardo Macaluse.

También participó de un acto el viernes último el secretario general del Partido Comunista en la Argentina, Patricio Echegaray.

Una semana antes había estado el jefe de Gabinete nacional, Alberto Fernández, aunque en realidad, el mascarón de proa de la campaña del Frente para la Victoria es el senador Miguel Pichetto, quien se juega mucho en la elección porque si pierde declinarían sus posibilidades de postular a la gobernación.

En contraste, el único legislador nacional por Bariloche -Osvaldo Nemirovsci- mantuvo obstinada distancia del proceso.

El radicalismo fue un capítulo aparte. El gobernador Miguel Saiz se mostró varias veces con sus candidatos, pero los principales dirigentes nacionales no viajaron a Bariloche a acompañar a los suyos.