Miércoles 20 de Septiembre de 2006 Edicion impresa pag. 02 y 03 > Nacionales
"Condenan a un anciano enfermo, sin poder"

En la audiencia final, Etchecolatz hizo uso de su derecho a decir las últimas palabras en las que se autodefinió como "un prisionero de guerra y detenido político" y calificó de "inconstitucional" el proceso en su contra.

"Este juicio ha sido instrumentado como un rompecabezas para niños bobos o más bien para grandes avivados", dijo, y como una premonición vaticinó que "yo sé que me van a condenar y que no tendrán verguenza en condenar a un anciano enfermo, sin dinero y sin poder".

Sin embargo, advirtió que "no se rendirme ni claudicar, pero como dijo (el escritor Jorge Luis) Borges, ustedes no son el juez, el juez supremo nos espera después de muertos".

Desde el banquillo de los acusados y rodeado por siete efectivos de la policía, tres de ellos que lo cubrían con escudos antitumulto, Etchecolatz lanzó una última advertencia: "Señor presidente tómelo no como una irrespetuosidad, no es éste Tribunal el que me condena, son ustedes los que se condenan". (DyN)

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