SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El fiscal de Cámara Carlos López pidió que le impongan tres años de prisión de ejecución en suspenso al acusado de herir a un joven con un disparo en el abdomen y lo dejó inválido, porque el proyectil impactó en el canal raquídeo de la víctima y le afectó la segunda vértebra lumbar.

El juicio se hizo después de casi cuatro años, cuando el imputado ya está casado y tiene hijos, pero igual debieron juzgarlo como si fuera menor, porque esa condición tenía el 9 de diciembre de 2002, cuando ocurrió el hecho.

Al menor imputado el fiscal le atribuyó que esa madrugada, alrededor de las 3, mientras ambos se encontraban en la calle Rubén Fernández, arteria central del barrio Omega, le efectuó un disparo con un arma de fuego a Julio Pavéz, un ciudadano chileno de 22 años. El proyectil ingresó en la zona media del cuerpo de la víctima, puso en riesgo su vida y dejó como secuela la pérdida definitiva del uso de la pierna derecha y el debilitamiento permanente de la pierna izquierda.

Pavéz estuvo hasta hace poco postrado en una silla de ruedas, pero se presentó ante el tribunal con muletas, progreso que alcanzó hace poco tiempo al inmovilizar mecánicamente el miembro insensible.

Durante el debate se esclareció que la pelea surgió por una cuestión del momento y que esa madrugada, luego de compartir una reunión familiar donde consumieron alcohol, Pavéz salió a la calle a pelear con un hermano del imputado, y éste, al ver que la víctima llevaba la mejor parte, le efectuó un disparo desde 20 o 30 metros, ocasionándole las gravísimas lesiones descriptas.