VIEDMA (AV).- Un interno de la alcaidía de esta capital se fue caminando como cualquier hijo de vecino. Eso es lo que se supone que ocurrió porque, en realidad, cuando la guardia se dio cuenta de la ausencia ya no quedaban ni sus rastros.

Matías Soto, un bahiense de 26 años, hacía un par de meses que estaba alojado allí tras haber sido procesado por "tentativa de robo". Fue detenido in fraganti junto a otros dos jóvenes que recuperaron la libertad.

Anoche trascendió que el evadido habría sido ubicado ayer en Bahía Blanca, versión que no pudo ser confirmada.

Privado de la libertad dio siempre imagen de una persona prolija y tranquila, razones por las cuales tuvo la posibilidad de trabajar como los 22 internos restantes en actividades de albañilería y la pintura de los pabellones de la alcaidía.

Según la información oficial, anteayer entre el mediodía y las 18 desapareció como si se lo hubiese tragado la tierra. En horas del mediodía un guardiacárcel asegura haberlo visto acarreando arena en el patio externo del penal para realizar allí otros trabajos de albañilería. Varios eran los que iban y venían bajo la mirada de los uniformados. Pero sólo habrían bastado unos segundos de distracción para que el hombre se alejara sin decir a dónde.