ROCA (AR).- La implementación de la jornada extendida en la Escuela Primaria 317 desnudó cierta improvisación por parte del Consejo Provincial de Educación en el estreno de la modalidad. Así lo dejó entrever el director del establecimiento, Robinot Villegas, quien aseguró que desde un principio se notaron problemas relacionados con la infraestructura de la cocina, los insumos de los talleres, la preparación de la comida y la aceptación por parte de los chicos de los alimentos preelaborados, hasta que el último viernes "los padres dijeron basta". Incluso, no se descartó la posibilidad de rever la marcha del proyecto, si las cosas no mejoran, adelantó.

Autoridades y docentes de la escuela se reunieron el lunes por la tarde con autoridades del Consejo Provincial de Educación, no para ponerlos al tanto ya que eso se había hecho en reiteradas oportunidades -se indicó-, sino para encontrar una solución real.

La delegada regional, Marta Dousdebes bajó los decibeles al reclamo y sostuvo que "sobre la marcha los problemas se van solucionando" y, respecto de las quejas por los alimentos, mencionó que "las cocineras están siendo capacitadas por un licenciado en Nutrición, para que puedan atender a casi 400 alumnos, que no es nada fácil".

"Los docentes nos convocaron y lo único que nos manifestaron fue algunos problemas relacionados al funcionamiento de la cocina, pero no mencionaron nada sobre los pre-elaborados. Igualmente lo que reciben de estos alimentos es mínimo, porque les llevamos día por medio carne, frutas y verduras y lácteos", sostuvo Dousdebes.

La escuela funciona desde agosto con el régimen de jornada extendida para unos 360 chicos que se quedaban a almorzar y así continuar durante la tarde con los talleres. La comida siempre generó inconvenientes y es frecuente el "rechazo por parte de los chicos de los preelaborados" que provee la empresa Masily, que motivó que unos 70 chicos dejaran de almorzar.

Respecto de los insumos de los talleres, Villegas explicó que desde que se inició la jornada extendida se trabajó "a pulmón" y son los propios docentes y talleristas los que proveen de los materiales necesarios para ellos.

Aparentemente, manifestó el director, en Viedma se desconocía esa situación por lo que ahora se envió una partida con dos computadoras, aunque no alcanzan, y se autorizó a los docentes y talleristas a elegir insumos en los comercios para que luego Educación los compre.

No obstante, Villegas explicó que si las cosas no se revierten efectivamente no se descarta suspender el proyecto en marcha.