VIEDMA (AV)- El intendente Jorge Ferreira y representantes de los gremios Soyem y la UPCN iniciaron una ronda de conversaciones que podría desembocar en un incremento salarial para los trabajadores municipales.

Las conversaciones que se vienen desarrollando en las últimas 48 horas giraron en torno de la posibilidad de volcar unos 120.000 pesos más sobre la masa salarial de casi medio millar de agentes.

Al respecto, el jefe comunal y los dirigentes sindicales concretaron una serie de reuniones -en el marco de la Mesa de la Función Pública- ya que existen diferencias sobre la aplicación de la nueva pauta salarial.

El Ejecutivo propuso aportar la mencionada cifra a partir de los haberes de noviembre en cuotas superiores al 30%, completándolas en enero y abril próximos.

Frente a esto, Soyem planteó la distribución con los haberes de setiembre, en cambio UPCN solicitó tres cuotas desde octubre próximo en forma escalonada.

Marta Insaurralde, secretaria general del gremio municipal, destacó que las negociaciones implican "un avance", luego de que se arribaron a acuerdos parciales tras la ruptura de relaciones durante la semana pasada.

Dentro de las coincidencias consideró importante que el Poder Ejecutivo haya borrado la sanciones pecuniarias hacia los trabajadores que participaron tiempo atrás de una asamblea, que a criterio de las autoridades comunales no contaba con su permiso.

Entre las coincidencias figuran también que las discusiones por el Estatuto de los empleados no se mezclen con la cuestión salarial, por lo que desde el Ejecutivo se les informó acerca de que se conformaría una comisión paralela a fin de analizar posibles cambios.

La Mesa de la Función Pública está integrada por el intendente a quien acompañan los secretarios de Gobierno, Darío Berardi, y de Hacienda, Roberto Ledesma. Los gremios están representados por Insaurralde y Elida Carrillo de la UPCN.

La semana pasada Ferreira había enfrentado el primer conflicto gremial de su gestión, desde que asumió en 2003, cuando los trabajadores se declararon en estado de asamblea permanente respecto de la falta de respuestas a las demandas salariales. Esto generó que las actividades se resintieran, sobre todo en el edificio central.

Los gremios alegaron que venían pidiendo sentarse a negociar desde abril pasado.