Con una emotiva declaración a favor de las Naciones Unidas como "única respuesta a un mundo dividido", Kofi Annan se dirigió ayer a los líderes políticos de la comunidad internacional por última vez como secretario general de la organización multinacional.
En la apertura del debate de la 61 Asamblea General en Nueva York, visiblemente emocionado, Annan alabó los "éxitos considerables" logrados por la ONU durante la década de su mandato.
Paralelamente admitió que la ONU no ha podido alcanzar avances hasta ahora en los tres grandes retos del mundo: la seguridad global, el desarrollo económico y el respeto a los derechos humanos en todo el planeta.
"Cuando todo haya pasado, añoraré uno de los trabajos más sublimes del mundo", reconoció el diplomático africano. Su labor al frente de la Organización de las Naciones Unidas fue "difícil y un desafío, pero muchas veces también increíblemente satisfactoria".
El auditorio en la Asamblea General lo honró con un aplauso interminable y de pie. Para ellos, es el hombre que le hizo frente a Estados Unidos en la guerra con Irak y quien salió ileso del máximo escándalo de corrupción en la historia de las Naciones Unidas convirtiéndose en la conciencia moral del mundo, en la superestrella de la diplomacia. Sin embargo, en varias oportunidades Annan se vio a sí mismo como el hombre más poderoso en una organización política sin poder. "Hay sólo una respuesta en este mundo dividido: las Naciones Unidas", afirmó el funcionario.
Protestas
Cientos de personas manifestaron en Nueva York contra el presidente estadounidense George W. Bush y la guerra de Irak. "Bush- maldito mentiroso" y "asesino" decían algunos de los carteles y pancartas de los manifestantes.
Asimismo se produjo una pequeña protesta contra la presencia del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, de acuerdo con CNN.