El polémico Lleyton Hewitt reconoció que Argentina es la favorita para ganar la semifinal de la Davis, pero aseguró que Australia buscará dar el 'batacazo'.
Lejos de su imagen de 'chico malo', el rubio tenista le bajó los decibeles al choque, sobre todo ante un potencial enfrentamiento con David Nalbandian.
"Espero poder hacer una diferencia, sino no me hubiera subido al avión. En esta situación (por su pelea con los tenistas argentinos) es más el ruido que se armó que lo que ha significado para mi", sostuvo el australiano.
Luego insistió con que "desde 1999 siempre juego Copa Davis. Vine a Argentina porque me encontraba físicamente bien y siempre es un honor representar a mi país".
Estuvo paciente y educado, lejos de la arrogancia que se le ha conocido en muchas oportunidades. Es más, durante el entrenamiento lanzó pelotitas de suvenir para los cientos de alumnos de diferentes escuelas que siguieron la práctica del equipo australiano.
"Siempre es difícil jugar de visitante, pero estamos acostumbrados a manejar ese tipo de situaciones. Acá me recibieron bien. Y en cuanto a mi seguridad, no es nada fuera de lo común. Vine con dos hombres de seguridad que me acompañan en muchos torneos, no es ninguna medida fuera de lo normal", explicó.
Las preguntas giraron luego hacia su cruce con Nalbandian y algunas de las declaraciones que éste realizó sobre la importancia de su presencia en el equipo. Hewitt continúo con su 'extraño' bien comportamiento y señaló que deberían preguntarle a quienes lo conocen si es una buena persona.
"En los partidos pongo todo de mí para ganar y por eso constantemente me doy apoyo. Pero no se pueden interpretar mal esos gestos. Sólo los hago para darme ánimos en los partidos", aseguró. Hewitt admitió que Argentina es la favorita porque tiene un buen equipo, pero agregó que ellos esperan dar la sorpresa.