CENTENARIO (ACE).- "Me dijo que él era la persona que me preguntaba todos los días como estaba y cómo me había ido con ese problema que había tenido", dijo Eduardo Buamscha al declarar ante la Justicia cuando identificó a quienes se presentaron como sus represores, luego de que volvió al país en 1989.

Buamscha era diputado provincial cuando el 24 de marzo de 1976 intentó ser detenido, entre otros, por Raúl Guglielminetti, cuando el agente de los servicios operó en la región.

El ex diputado se escapó de la primera pesquisa pero luego, al saber que era buscado, se presentó al Comando en Neuquén ante el entonces mayor Oscar Reinhold. El mayor Luis Alberto Farías Arenas lo condujo hacia la U9 de Neuquén y de allí fue llevado después a la delegación de la Policía Federal donde fue interrogado por Guglielminetti, según consta en su declaración.

Luego vino un largo periplo en el que fue trasladado al centro clandestino de detención en Bahía Blanca donde sufrió torturas y posteriormente fue llevado a la cárcel de Rawson. Tras interminables padecimientos junto con otros detenidos políticos, militantes, representantes de trabajadores y dirigentes barriales en centros clandestinos y unidades del servicio penitenciario federal, logró el exilio en julio de 1977 y permaneció en México hasta 1985. Luego vivió en Estados Unidos.

En 1989 regresó al país y en Junín de los Andes se encontró con un ex militar que le preguntó "cómo le había ido con ese problema" que había tenido, mientras que también le hizo referencia a algunas mujeres que padecieron el secuestro clandestino y que actualmente continúan desaparecidas. Pero cuando Buamscha se lo volvió a encontrar, el ex militar "negó haberme dicho eso y haber estado en Bahía Blanca", le dijo al juez Guillermo Labate.

Buamscha reconoció en sede judicial por fotografías, a ex militares que logró ver a través de la venda cuando permaneció bajo tormentos. Los nuevos testimonios, también aportaron en el juzgado que el ex mayor Oscar Reinhold conocía el funcionamiento del centro de detención clandestino "La Escuelita" que funcionó en Neuquén a partir de junio de 1976.

Una víctima que se presentó en el juzgado este año y del que no se tenía antecedentes fue llevada al centro de torturas desde el Comando en Neuquén luego de presentarse voluntariamente ante Reinhold y liberada también en el Comando tras 14 días de torturas en el centro clandestino que funcionó en tierras del ejército.