CENTENARIO (ACE).- Uno de los secuestrados que se fugó del centro clandestino de detención "La Escuelita" de Neuquén durante la última dictadura, fue localizado en Europa por la APDH y daría su testimonio en la causa en la que se investigan los delitos cometidos por los militares.

"Suponemos que para escaparse se sacó la venda y pudo ver más cosas que aquel que tuvo puesta la venda", dijo Noemí Labrune, integrante de la APDH Neuquén. Los testimonios de personas que nunca habían hecho su presentación ante organismos de Derechos Humanos, o en la Conadep, o en la causa reabierta en la Justicia Federal se han transformado en una constante desde diciembre dela 2005, cuando se anularon las leyes de Punto Final, Obediencia Debida y se reactivaron los procesos penales que habían quedado suspendidos desde fines de los 80.

Según se confirmó desde la fiscalía Federal de Neuquén, en agosto dos testimonios nuevos fueron aportados a la causa "Derechos Humanos".

Se trata de mujeres que fueron víctimas de la represión, que fueron secuestras, detenidas ilegalmente, sufrieron torturas y no habían dado cuenta de sus relatos ni ante la justicia, ni ante sus pares más cercanos inclusive.

En lo que va del 2006 otras ocho personas -mujeres y hombres- se presentaron ante los organismos de Derechos Humanos o ante el mismo juez Guillermo Labate para decir lo que callaron durante años; y se transformaron en querellantes para la Justicia.

Los nombres de las víctimas no se publican a solicitud de las fuentes judiciales, ya que se aseguró que muchos de los denunciantes no están preparados para la exposición pública de su caso.

La importancia de los testimonios radica en que confirman situaciones y denuncias hechas por las otras víctimas que integran la causa; o aportan datos sobre los secuestradores o colaboradores de los represores en los centros clandestinos de los cuales desaparecieron víctimas por los que actualmente se busca el paradero.

Uno de ellos deslizó su condición de víctima en una irónica carta de lectores publicada por Río Negro a principios de este año. "Hay algunos casos nuevos pero no los voy a comentar. El que escribió una carta de lectores acusó en su testimonio a personas que ahora están imputadas", confirmó escuetamente el juez federal de Neuquén que tiene a su cargo la investigación.

Se trata de un hombre que fue detenido en Junín de los Andes en 1977 y que en sede judicial identificó no sólo a quienes integraron el grupo de tareas que lo llevó al centro clandestino, sino también a varios hombres "que hoy caminan tranquilamente por las calles de Junín" y que fueron guardianes en los centros de tortura de Neuquén y Bahía Blanca.

El testimonio logrado ahora en Europa por el grupo que trabaja en la querella de la causa penal se obtuvo luego de un largo camino. Según Labrune, era una constante en varios de los testimonios de las víctimas que pasaron por el centro clandestino que funcionó en las dependencias del Ejército en Neuquén, que hubo un "fugado", que movilizó inclusive a los conscriptos que realizaban su servicio militar obligatorio en el batallón 181.

Sin embargo, fue a principios de este año cuando la APDH realizó una nueva convocatoria a los integrantes de la comunidad que quisieran colaborar con la tarea de apoyo por la reapertura de las causas, que "apareció una compañera con un recorte amarillo de diario con el nombre y el apellido de una persona cuyas señas de detención coincidían con las de aquel que podía ser el fugado", dijo Labrune.