LA HABANA (AFP) - La XIV Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (NOAL) se inició ayer en La Habana con un llamado a "cerrar filas" frente a las amenazas de Washington y sus aliados, y en ausencia de Fidel y Raúl Castro.

"Los países miembros estamos comprometidos con su revitalización y fortalecimiento. Nos parece indispensable que cerremos filas en defensa de nuestros derechos", dijo el canciller Felipe Pérez Roque, al inaugurar el cónclave.

Pérez Roque instaló la cita de altos funcionarios, que afinarán los documentos que aprobarán los cancilleres el jueves y los más de 50 gobernantes de 118 países de América Latina, Asia y Africa miembros del NOAL que se reunirán viernes y sábado.

Fuentes del encuentro indicaron que habrá una declaración especial de apoyo al programa nuclear de Irán.En la comisión política, la más controversial del cónclave, se creó un grupo especial para redactar una declaración sobre el programa nuclear de Irán, al que se opone Estados Unidos y el que respaldan Cuba y el resto de países de NOAL asegurando que tiene fines pacíficos. El grupo trabajará con el texto emitido en la Conferencia de Ministros de NOAL celebrado en mayo en Putrajaya, Malasia que reafirma el derecho de todos los Estados a "desarrollar la energía atómica con fines pacíficos sin discriminación" y señalaron que "todos los asuntos sobre salvaguardas y la verificación (sobre el desarrollo nuclear) incluidos los relativos al Irán, deben resolverse dentro del marco del OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica".

El presidente iraní Mahmud Ahmadinejad llegará a La Habana en busca de solidaridad, antes de partir a la Asamblea General de la ONU, donde Estados Unidos presiona por una resolución que sancione a Irán por no suspender el enriquecimiento de uranio.

"Los tiempos de amenazas y dificultades que enfrentamos tienen orígenes comunes y debemos demostrarle al mundo nuestra fortaleza, nuestra capacidad de enfrentar juntos enormes desafíos que nos impone un mundo regido por los más poderosos", dijo Pérez Roque.

La cumbre inició en medio de una gran expectativa en torno a si Fidel Castro -de 80 años y convaleciente de una cirugía intestinal- participará en alguna de las actividades o si el anfitrión será su hermano Raúl, a quien entregó temporalmente el mando el 31 de julio. Pérez Roque confirmó que Fidel Castro es el jefe de la delegación cubana en la Cumbre y que recibirá a "visitantes distinguidos", como el secretario general de la ONU, Kofi Annan, pero aclaró que Raúl ejercerá como anfitrión de ser necesario.

Las principales figuras

A la cumbre asistirán además los presidentes Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia), Alfredo Palacio (Ecuador), Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana). De Asia y Africa también estarán Bachar Al Assad (Siria), Pervez Musharraf (Pakistán) y Thabo Mbeki (Sudáfrica), y el primer ministro de India, Manmohan Singh; además el líder de la Liga Arabe, el egipcio Amro Musa; y el presidente de la Unión Africana, el congolés Denis Sassou Nguesso.

Chávez buscará votos por una silla no permanente para Venezuela en el Consejo de Seguridad de la ONU, en tanto que Morales expondrá las bases de su liderazgo y reafirmará la defensa de los derechos de los pueblos indígenas.Pérez Roque, sin mencionar directamente a Estados Unidos, destacó que la Cumbre se reúne "cuando se amenaza a otros países no alineados con guerras preventivas y agresiones".

"Nos reunimos tras la brutal agresión perpetrada contra el hermano pueblo del Líbano y mientras asistimos indignados al cotidiano genocidio a que es sometido el pueblo palestino", dijo el canciller, que no hizo alusión en su discurso al quinto aniversario de los ataques del 11 de setiembre de 2001. Una declaración subrayó que "no se puede ni se debe vincular el terrorismo con religión, nacionalidad, civilización o grupo étnico alguno".