SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, convocó ayer a "no perder esta oportunidad histórica de cambiar el país" y subrayó que el proyecto del gobierno nacional "necesita de todos los argentinos".

Fernández cerró en esta ciudad el tercer encuentro programático provincial del Frente para la Victoria, donde compartió escenario con el intendente Alberto Icare, el senador Miguel Pichetto, el diputado Julio Arriaga y los candidatos a convencionales de Bariloche.

El ministro derramó abundantes elogios para sus compañeros de mesa, habló de Pichetto como su "amigo de siempre", pero se abstuvo de levantarle la mano de cara a la puja por la gobernación.

Desde un auditorio que estaba poblado de tantos militantes como dirigentes y funcionarios, alguien aprovechó un silencio para gritarle a Fernández que Pichetto "es el futuro gobernador". El emisario de Kirchner apuntó con frialdad que "seguramente así será si lo deciden los rionegrinos".

Fue evidente que la figura del gobernador Miguel Saiz y su entusiasta adscripción al proyecto del presidente sobrevolaban el recinto. Fue así que tanto en su discurso como en el diálogo posterior con la prensa, Fernández consiguió no salirse de una cuidada neutralidad.

Lo ayudó tal vez la ausencia de bombos, barras y otros condimentos habituales del folklore peronista. La convocatoria del acto fue valorada por Pichetto (una lluvia impiadosa castigó a Bariloche durante toda la jornada), pero sólo cubrió el 70% de las butacas disponibles.

Fernández defendió los logros del gobierno nacional en la lucha contra la desocupación y la pobreza. También reivindicó el pago de la deuda con el FMI, porque le permitió al país "recuperar su dignidad y su capacidad de decidir".

En otro tramo de su mensaje llamó a "recuperar la militancia política como el enorme deseo de servir al otro para que las cosas cambien". Lo precedieron en el micrófono Arriaga, Pichetto e Icare, quienes descargaron descalificaciones de toda clase sobre el gobierno provincial.

El intendente se presentó como "el Beto de los barrios" y no eludió responder a quienes le imputan su salto de las huestes del radicalismo al Frente para la Victoria. "Sé que cualquier mote me cabe: camisetero, traidor o camaleón -se autocriticó Icare mientras cundían los aplausos-. Pero sé también que integré una alianza que especulaba con la necesidad de la gente".

Pichetto centró su mensaje en la elección de convencionales municipales del próximo 24 y recordó que "los gobiernos de la UCR han olvidado durante años a Bariloche. Ahora ese olvido debe ser castigado en las urnas".

Por su parte Arriaga, habló maravillas del gobierno de Kirchner y "la transformación casi milagrosa" que logró en los últimos tres años. "Cómo no vamos a estar de acuerdo que diferentes sectores se incorporen a este proyecto -dijo luego, en alusión directa a la UCR provincial-. Pero les decimos también que repitan lo mismo en Río Negro: que hagan escuelas, hospitales y que no nos sigan endeudando con 18 millones de déficit cada mes".

Según Arriaga, "este radicalismo no puede hacer esta transformación en Río Negro porque está corrupto en su estructura".

Instantes después, Fernández ofreció una improvisada rueda de prensa. "Río Negro" le pidió un comentario acerca de la evaluación negativa que los principales dirigentes del FpV provincial expusieron sobre el gobierno de la UCR.

Luego de una risa breve, el ministro contestó: "No, bueno... es una visión. Hay una campaña. Yo les pido que me eximan de eso. No tengo que opinar de esto. Es un problema que lo deben resolver los rionegrinos, no los porteños ni los miembros del gobierno nacional". Señaló luego que no está prevista una visita presidencial "en lo inmediato" a Bariloche, pese a que en el municipio lo daban por hecho.

Fernández dijo "celebrar" que el gobernador Saiz se haya sumado "con gestos explícitos" a la concertación convocada por Kirchner. Aseguró que su presencia en Bariloche era para acompañar a Pichetto "y no en desmedro de nadie".

"En todo caso a mí me parece que los rionegrinos tienen la suerte de elegir entre dos buenos candidatos que vislumbran el mismo tipo de país. Y yo celebro que todos sean partícipes de lo que el gobierno nacional propone", cerró Fernández.