VIENA.- El Alto Representante de la UE para la Política Exterior y la Seguridad Común, Javier Solana, se reunió ayer en Viena con el jefe negociador iraní para cuestiones nucleares, Ali Lariyani, con la intención de hallar una salida a la disputa por el controvertido programa atómico de Teherán.

En el centro de las conversaciones se encuentra la posición de rechazo del gobierno iraní a la reciente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que insta a Irán, con un ultimátum, a poner fin al enriquecimiento de uranio.

Teherán rechazó cumplir la exigencia. Ni Solana ni Lariyani hicieron declaraciones antes del inicio del encuentro en la cancillería austriaca.

En su encuentro con el representante iraní, Solana pretende ver si hay posibilidades de poner aún en marcha negociaciones sobre el controvertido programa atómico de Teherán. Se trata de ver si la respuesta de Irán, aún no publicada, a una amplia oferta de coopeación de la UE permite negociar.

En caso contrario, la resolución de la ONU no descarta el establecimiento de sanciones contra Irán. Los ministros del Exterior de la UE se mostraron, al igual que Rusia y China, ambos miembros permanentes del Consejo de Seguridad, favorables a seguir negociando. Estados Unidos, por el contrario, exige sanciones. Teme que Irán pueda utilizar el enriquecimiento de uranio para la fabricación de armas atómicas, algo que, por su parte, Teherán niega.

China se expresó ayer nuevamente en contra de sanciones Irán. El jefe de gobierno chino, Wen Jaibao, advirtió: "Aumentar la presión o imponer sanciones no conducirá necesariamente a una solución pacífica al problema".