A pedir de la organización y del buen tenis, que ambos jugaron esta semana. Roger Federer y Andy Roddick, serán los protagonistas de la final del US Open, el último Grand Slam del año.
Es la final soñada, porque ambos dejaron ayer en el camino a las amenazas rusas, Nikolai Davydenko y Mijail Youznhy, respectivamente.
Será un cierre entre campeones: Federer buscará su tercer título consecutivo en Flushing Meadows -algo que ningún tenista consigue desde que lo lograra el checo Ivan Lendl en 1989-, mientras que Roddick quiere volver a alzar el trofeo ante su gente, tal cual lo hizo en 2003.
El máximo favorito, el suizo, se impuso sin problemas al séptimo preclasificado Davydenko por 6-1, 7-5 y 6-4, mientras que Roddick, noveno favorito, venció con más dificultades a Youzhny, por 6-7 (5-7), 6-0, 7-6 (7-3) y 6-3.
Federer, que jugará su sexta final consecutiva de un torneo de Grand Slam -una marca cuyo último antecedente se remonta a 44 años atrás, con el australiano Rod Laver-, tiene un historial netamente favorable en enfrentamientos con Roddick, de 11-1.