Lunes por la tarde. En minutos el Elenco de la Comedia de Fundación Cultural Patagonia, comenzará a ensayar la obra "Ruido de rotas cadenas", del autor argentino Ricardo Halac. La pieza se estrenará el sábado próximo, a las 22, en el Auditorio Ciudad de las Artes.

Mientras los actores entran en calor, detrás, la escenografía casi lista es intervenida por los asistentes. Al pie del escenario se produce el encuentro con Olga Corral, directora de la obra, que cuenta de qué se trata esta nueva aventura en su vida.

-Explicame la puesta que estoy viendo...

- Hago una síntesis de la escenografía, para que no sea tan explícito. Lo que estás viendo es un despacho de un juez. Esos tres paneles van pintados de blanco para que podamos bañarlos con las luces que se nos ocurran, y la idea es que funcione como un altar, rodeado de sogas para delimitar el despacho.

- Contame un poco sobre la obra.

- Ambientada en el barrio de Mataderos, en Buenos Aires, la obra trata del encuentro entre un juez y una familia. La familia, padres, amigos, todos juntos asisten a un juzgado de paz para casar a la pareja. Y cuando está todo listo, les faltan los requisitos elementales

para realizar dicho trámite. No hay papeles, ni domicilio fijo. Lo que te piden dentro de un sistema, no lo tienen. Imaginate que es gente marginal, que han sufrido desalojos. Tiene una vigencia enorme.

- ¿Y por qué se quieren casar?

- Con libreta de casamiento es la manera que él pueda conseguir trabajo. Yo lo sintetizo así: chocan dos realidades distintas, indudablemente el juez no puede entender a esa familia y esa familia no puede entender ese otro mundo, y porque no los quiere casar. Ese es el conflicto de la obra y lo que a mi me gusta es que está contado desde el humor.

- ¿Pero el clima de la puesta, no es más bien duro?

- Es cambiante, comienza con una luz neutral, muy tranquila, y a medida que avanza la obra, con todo lo que va sucediendo, va sufriendo cambios. De a poco la obra cobra densidad y la puesta se tiñe emocionalmente con ella.

- ¿Cuántos actores hay en escena?

- En escena son ocho actores que están casi toda la obra interactuando. Aparte de ser todo un desafío, me gusta cómo se van ganando el espacio entre ellos y cómo crean vínculos, arriba y abajo del escenario, casi en igualdad de importancia.

- ¿Cómo se logra eso?

- Antes de afrontar una obra comienzo con el trabajo grupal. Que se conozcan, se toquen, que aparezca ese clima de confianza entre ellos. Recién ahí, abordo la obra. Porque lo que yo necesito es un equipo de trabajo, con buen clima, alegre. Esto no quiere decir que estamos las 24 horas riéndonos, sino que a pesar de que cada uno tiene "sus días", debe haber un fondo de alegría donde uno pueda descansar también.

- ¿Esperabas que te llamen desde la Fundación para dirigir?

- Me sorprendió. No deja de ser un acontecimiento. A mi me emocionan varias cosas, y agradezco que me hayan llamado. Yo empiezo a hacer teatro acá en Roca en 1977, en lo que era el "Teatrillo" de Casa de la Cultura, donde el coordinador general era Norberto 'Tilo' Rajneri. En el elenco estaba "Lalo" Bertoni, una leyenda, y mirá la paradoja, hoy "Lalo" está bajo mi dirección ¿no es increíble? Desde la Fundación me dieron toda la libertad para elegir el elenco, lo mismo que al asistente de dirección.

- ¿Cómo elegiste la pieza?

- Cuando me propusieron hacer una obra y me dijeron que lo importante sería que largue con una comedia, yo también me puse a pensar, ¿qué comedia? Y pensé en esta obra que fue estrenada en el año 1983 en la Capital Federal, pero es atemporal. Por eso me encanta desafiarme, por eso las expectativas que tengo para el estreno, es que la gente venga y se divierta, pero que a la vez reflexione y se vaya con algo. Con humor las cosas llegan desde otro lugar.

MARTIN VALBUENA