VIENA- Agotada después de haber salido en los medios y afectada por un resfrío con fiebre, la joven austriaca Natascha Kampusch, que fue secuestrada a los diez años y escapó ocho años después, se tomará una pausa de al menos diez días de descanso, informaron ayer medios locales.

Ayer no se difundieron nuevas fotografías o entrevistas de la joven de 18 años. Después de su primera aparición pública, será protegida y apartada de los medios nuevamente por sus cuidadores.

La policía interrumpió los interrogatorios de la investigación para proteger a la joven. Kampusch tampoco participó ayer en el entierro de su secuestrador, Wolfgang Priklopil, en un cementerio al sur de Viena. Kampusch se despidió hace algunos días en el Instituto de Medicina Forense de Viena de su secuestrador, que la mantuvo cautiva durante ocho años y se suicidó después de que ella huyera.

Según fuentes policiales, el secuestrador fue enterrado bajo un nombre falso. El lugar del sepulcro se mantiene en secreto. En sus entrevistas, Kampusch describió a su captor como "paranoico" y "criminal". Según su psiquiatra, Max Friedrich, Kampusch se encuentra internada por su propio deseo en la sección de niños y jóvenes de la Clínica Neurológica del Hospital General de Viena. Allí, Kampusch comparte su habitación con otra chica más joven. Sus cuidadores dicen que disfruta del contacto con gente de su edad. En tanto, la policía investiga si el secuestrador tenía cómplices y si cometió otros crímenes.