ROCA (AR).- Un dramático y grave accidente sacudió ayer por la mañana a toda la comunidad educativa del CEM 31, ex ENET N°1 de esta ciudad. El brazo de un adolescente de 16 años quedó atrapado por un potente torno de pie y, sólo de milagro no sufrió fracturas o lesiones más severas.

El chico tuvo que ser auxiliado en forma inmediata e internado en una sala de terapia intensiva de un sanatorio privado local en espera de su evolución.

El grave hecho desnudó un preocupante cuadro de inseguridad y mostró los riesgos potenciales a los que están expuestos día a día los estudiantes y también docentes.

La pesada maquinaria arrastró con rapidez el brazo derecho del menor y, al tratarse de un equipo antiguo, debió cortarse toda la red eléctrica del taller para poder retirar al herido.

Todo ocurrió pasadas las 9 de ayer, mientras el alumno oriundo de Huergo tomaba clases en el taller de mecánica junto a una quincena de compañeros de cuarto año. Al resto de los chicos les tocó ver el drama de cerca y no sólo se llevaron un gran susto, sino que quedaron conmocionados por el grave accidente. El menor, que resultó con hematomas profundos y cortes, también sufrió un fuerte shock.

Según precisó el jefe de Taller, Rodolfo Santillán, lo que ocurrió fue que la manga del guardapolvo del chico se enredó con una pieza de metal que torneaba y esto arrastró su brazo. El chico alcanzó a accionar un pedal para intentar parar la máquina, sin embargo fue gracias a sus compañeros que cortaron la electricidad lo que permitió que la máquina dejara de funcionar.

Desde el sanatorio donde está siendo atendido, profesionales del área de pediatría señalaron que el chico se encontraba en buen estado de salud, pero en espera de los resultados de estudios traumatológicos. No obstante se resaltó que no sufrió lesiones óseas -fracturas- ni vasculares.

Las autoridades escolares se mostraron sumamente preocupadas ayer por el accidente y se despacharon en contra de los funcionarios del Ministerio de Educación rionegrino por la falta de respuestas a los reiterados pedidos realizados desde el colegio para contar con más seguridad en las instalaciones, primordialmente en los talleres, y también con más docentes.

Casi como una premonición, apenas algunos días atrás, según aseguró ayer el director del CEM 31, Jorge Sloboda, se presentó ante la justicia penal una "solicitud de amparo" con el fin de que se exija al Poder Ejecutivo provincial, a través del Consejo de Educación (CPE), que brinde respuestas al pedido de designación de Maestros de Enseñanza Práctica para atender a la actual matrícula.

Esta situación obligó incluso a reducir a la mitad, el tiempo de clases prácticas a los alumnos de sexto año de Mecánica (ver aparte).

"Fue un accidente lamentable. El profesor estaba en ese momento ahí pero nada se pudo hacer. Estaba trabajando con otros chicos y lo peor es que, al escuchar el grito, la máquina no paraba así que hubo que interrumpir toda la electricidad, ya que estas máquinas no cuentan con un dispositivo de seguridad", explicó ayer Patricia Castellote, vicedirectora del CEM 31.

"Todas las máquinas están en las mismas condiciones, son viejas, pero cuando pedimos comprar los dispositivos, que se llaman golpe de puño y sirven para frenar la máquina, ni siquiera nos contestaron", agregó.

El espacio donde trabajan los alumnos a simple vista parece un depósito de antiguas maquinarias. Cómo será que los tornos tienen entre 20 y casi 70 años. El triste récord lo marca un viejo torno alemán, que aún es utilizado, que data del año 1938.

Sloboda señaló que la escuela tiene una estructura pensada para 650 alumnos y hoy la matrícula ronda los 900, aunque "hemos llegado hasta 1.100 otras veces".