CIPOLLETTI (AC).- "La opción era de hierro. O imponíamos a Ignacio Gandolfi como codefensor o le dejábamos a este radicalismo corrupto que coloque a dos de los suyos en la Defensoría del Pueblo. Decidimos tener el 50% para garantizar un buen control. Y el senador Miguel Pichetto sabía de nuestra postura, porque personalmente se lo dije mucho antes, y en ese momento no la objetó", enfatizó ayer el diputado nacional Julio Arriaga.
El legislador y ex jefe comunal cipoleño es el líder del Frente Grande y uno de los pilares del Frente para la Victoria, la coalición que armaron en Roca precisamente Pichetto y Soria, por el Partido Justicialista, y Arriaga y Alberto Weretilneck, del FG, para pelearle a la Concertación de la UCR el poder provincial en el 2007.
Y como Pichetto el jueves, Arriaga levantó ayer la opción alternativa que para "cambiar este modelo que ya no va más" significa el Frente para la Victoria "Está bien. Y seguimos adelante con todo", sentenció. Como ya le había adelantado a "Río Negro" en Viedma, Arriaga no negó que hubo conversaciones con el radicalismo por este asunto.
Pero explicó que había dos posibilidades. "O aceptábamos que el radicalismo pusiera al defensor y al codefensor o ubicábamos al codefensor. Los radicales tenían los votos para colocar a los dos. Y debíamos decidir si íbamos a estar cinco años protestando, o lográbamos imponer a nuestro hombre. Por lo menos teníamos que garantizar el 50% del órgano de control para beneficio de la gente".
Cuando se le preguntó por la reacción furiosa de un sector del PJ que le responde a Pichetto respecto de la postura asumida por el Frente Grande, e incluso del propio Pichetto quien calificó de "gran
error" a la estrategia frentegrandista, Arriaga fue categórico: "Esto la aceptación de Piccinini contra la votación por Gandolfi Pichetto lo sabía desde el primer momento. Antes de empezar a conversar lo hablé con él. Le aseguré que teníamos un gran candidato. El mejor que podía tener la provincia, un abogado joven, inteligente y brillante. Y Pichetto en ese momento no hizo ninguna objeción".
Arriaga puso de relieve que con Gandolfi en el cargo "garantizamos que la gente tiene una posibilidad real de defenderse. Estas son decisiones que había que tomar. Y acepto que tal vez Pichetto no piense como yo. Pero no me arrepiento de nada de lo que hicimos".
