El ministro de Planificación, Julio de Vido, dijo ayer que si Bolivia "no invierte en energía, iremos nosotros a ayudar al pueblo boliviano y a traer el gas que la Argentina necesita" para sostener el crecimiento de la economía.
Al comentar versiones que alertan sobre la imposibilidad del gobierno de Evo Morales de hacer las inversiones necesarias en infraestructura, De Vido lanzó la posibilidad de enviar ayuda.
El aumento de la demanda obligó al gobierno de Kirchner a incrementar la importación de gas boliviano.
Hoy Argentina compra a Bolivia 7,7 millones de metros cúbicos por día y deberá esperar la construcción de un ducto acordada entre ambos países en agosto pasado para poder elevar esa cifra a 27,7 millones de metros cúbicos.
Los paros de petroleros en Bolivia, que incluyen la toma de instalaciones, generan incertidumbre en la Argentina que depende de los envíos de gas. A ello se suma el freno de inversiones que afecta la capacidad de producción.