SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Uno de los presuntos autores de un robo en Bariloche, que llevó a sospechar de alguna complicidad policial, fue apresado ayer en Neuquén.

El detenido, de apellido Vázquez, no pertenece a la fuerza y según pudo saber este diario, estaría directamente involucrado en el hecho.

La comisión combinada de policías de Río Negro y Neuquén está, además, en la búsqueda de un segundo integrante de la banda, que ya estaría localizado.

En el operativo que condujo a la detención de Vázquez se logró también secuestrar uno de los vehículos que habrían usado los delincuentes la noche del asalto y cuyas señas estaban en poder de la Justicia por la denuncia de los vecinos.

Como informó "Río Negro" en la edición del jueves, una decena de integrantes de la policía que revistaban en Bariloche fueron separados de sus cargos y trasladados a distintas dependencias provinciales. Sin embargo, a pesar de la medida solicitada por la Secretaría de Seguridad y Justicia, que fue cumplida de inmediato por el jefe de la fuerza, no constaba que esos uniformados estuvieran necesariamente implicados. "El objetivo es transparentar la investigación", dijo un funcionario.

Como sea, con la detención de Vázquez y el inminente apresamiento de otro de los delincuentes, se cree ahora que se acelerarán los pasos para desentrañar las responsabilidades que eventualmente le podría haber cabido a algunos policías.

El detonante de las investigaciones judiciales y administrativas fue el robo calificado del que resultó víctima Catalina Manuela Ibarra, que fue asaltada el 23 de agosto pasado por la noche en su casa de un barrio distante apenas diez cuadras del Centro Cívico. La mujer fue sorprendida junto a su beba cuando ingresaba a su domicilio, por tres individuos que se hallaban ocultos en el jardín y que buscaban 50.000 pesos producto de la venta de una camioneta.

La sospecha sobre el posible apoyo policial en el hecho se desató porque la mujer denunció que los vecinos habían alertado sobre dos vehículos sospechosos y los patrulleros que concurrieron al lugar se limitaron a recorrer la calle, pero no llevaron a cabo ninguna otra acción.

Llamó la atención que los delincuentes conocieran la existencia de aquella suma y su origen, por lo que se orientó la investigación hacia el agenciero que había adquirido el vehículo de la mujer.

El primer procedimiento de la policía fue el allanamiento a un suboficial, al que se llegó por el dominio de uno de los autos visto por los vecinos y que resultó que había sido vendido al mismo agenciero que adquirió la camioneta de Ibarra. La coincidencia motivó el urgente viaje a la ciudad del secretario Miguel Bermejo y al subjefe de policía Víctor Cufré para ponerse a la cabeza de las indagaciones.