SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El fantasma de Hugo Chávez sobrevoló el seminario de empresarios brasileños que ayer se desarrolló en el hotel Llao Llao. A pesar de que el tema convocante eran las perspectivas políticas, económicas y sociales de América Latina, los tres ex presidentes que estaban en el estrado eludieron asumir de manera frontal la cuestión y se limitaron a alusiones elípticas, menos conflictivas y que, al fin, dejaron una sensación "light" del encuentro.

César Gaviria (Colombia), Fernando Henrique Cardoso (Brasil) y Eduardo Duhalde, apenas dibujaron un perfil esperanzador del futuro latinoamericano, ante una audiencia de más de 200 empresarios brasileños que atendieron el undécimo Meeting Internacional y que después de un "coffee break" quedó reducida a la mitad.

Los empresarios brasileños no tenían una agenda definida y como lo definió la representante de Accenture -una compañía de servicios que patrocinó el evento- tenía el único propósito de "romper el hielo" y acercar a los empresarios en un marco distendido.

Aprovechar el momento

Duhalde arrancó con las exposiciones asegurando que la región "tiene viento de cola" y es el momento de aprovechar el momento para integrar a los sectores público y privado. Enfatizó además que una de las características actuales de América Latina es que no falta gobernabilidad y que el caso de Bolivia no debe alarmar porque se trata de un país históricamente saqueado y hay que pagarle lo que se debe por sus productos, más allá -dijo mirando a Cardozo- "de lo que moleste en San Pablo la expropiación a Petrobras".

Duhalde señaló que en la región hay millones de excluidos, "arrojados a la indignidad". "Yo sé que a los empresarios no les gusta hablar aquí de estas cosas" -señaló- "pero tenemos que ocuparnos de incrementar la renta laboral en 1 ó 2 puntos por año", mientras a su lado Hilda "Chiche" Duhalde asentía seria con la cabeza.

Duhalde propuso "construir una sociedad capitalista de propietarios de su tierra", refiriéndose a la disponibilidad de una vivienda para cada familia, afirmación que luego una comentarista del evento relativizó, al opinar que el objetivo debe ser dar más trabajo y generar mayor desarrollo de las economías.

A su turno, Gaviria aseguró que América Latina es la región del mundo con mayor desigualdad y apuntó que el populismo ha resurgido por las debilidades de los sistemas políticos debidas a los problemas económicos.

En ese sentido señaló que aún hay gran vulnerabilidad debido a las deudas externas, que provienen de la baja capacidad de ahorro y eso ha dado lugar a sucesivas crisis financieras y bajas tasas de crecimiento.

El ex mandatario colombiano y ex secretario de la OEA aseguró que los empresarios miden en todo momento la competitividad, pero no piensan en que lo que subyace son las falencias de la educación. "En nuestros países los sistemas educativos producen desigualdad", señaló.

Cardoso fue el único de los oradores que arañó el tema Venezuela, pero lo hizo desde una perspectiva risueña, al referirse de manera desdeñosa a las "imágenes bolivarianas" de Chávez. "Fuera de eso, indicó, el régimen es democrático".