Se habló más de lo que se jugó.
Daniel Passarella detuvo la práctica de fútbol insistentemente, dio indicaciones a todas las líneas y se fue disconforme. El entrenador aún no sabe cómo le jugará el domingo a Quilmes.
Por primera vez desde que Passarella dirige a River, hubo dos prácticas de fútbol en una misma semana. El miércoles dis
puso un equipo con tres defensores, un enganche y dos delanteros. Ayer, en la sesión matutina probó un 4-4-2 con el uruguayo Marcelo Sosa como volante central y Fernando Belluschi por momentos como enlace, además de incluir entre los supuestos titulares a Federico Domínguez y Rubens Sambueza.
Pero en el segundo tiempo, Eduardo Tuzzio ingresó por Sosa, Lucas Mareque reemplazó a Domínguez y Radamel Falcao García ocupó un lugar en la delantera. Al mismo tiempo, Augusto Fernández entró en el complemento en el sector derecho del mediocampo y Paulo Ferrari, quien estaba desempeñándose en ese puesto, volvió al lateral por esa banda.
Lo más destacado fue la participación de Radamel Falcao en la práctica de fútbol y la lesión que dejó a Marcelo Gallardo con un pie y medio fuera del partido del domingo.
El colombiano de Santa Marta ingresó unos minutos por Ariel Ortega y es muy probable que ante Quilmes ocupe un lugar entre los suplentes.
Por su parte, el enganche sintió fuertes dolores en su aductor derecho y no podrá participar del juego ante los 'cerveceros'. Al final del entrenamiento, el Muñeco tiró con mucha rabia su pechera contra el césped. La lesión no le deja en paz.
Es poco probable que River siga practicando fútbol antes del partido. Entonces ¿qué hará Passarella?