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Viernes 08 de Septiembre de 2006
 
Edicion impresa pag. 73 > Cultura y Espectaculos
La excitante aventura de componer para tocar
El músico Marcelo Alvarez presentará hoy y mañana su obra "Suite Americana para flauta y cuerdas"
El flautista es miembro de la Orquesta Sinfónica de Neuquén, agrupación que dirigió en dos temporadas consecutivas, en el 2004 y 2005.
El flautista es miembro de la Orquesta Sinfónica de Neuquén, agrupación que dirigió en dos temporadas consecutivas, en el 2004 y 2005.
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NEUQUEN (AN).- Una flauta se unirá a las cuerdas para un concierto que deambulará mágicamente y con mucha calidez por diferentes géneros musicales. El flautista Marcelo Alvarez, miento de la Orquesta Sinfónica de Neuquén, estrenará su obra "Suite Americana para flauta y cuerdas".

El concierto se completará con las obras "Suite Nº 1" de Johann Sebastian Bach y "Concierto para Viola en re mayor" de Hoffmeister. Estas piezas serán interpretadas por Elen Guloyan, en viola. Alvarez y Guloyan estarán acompañados por la Orquesta Sinfónica de Neuquén, bajo la dirección del maestro Reinaldo Labrín.

Las funciones se realizarán hoy mañana desde las 21.30 en el auditorio de la orquesta, ubicado en Leguizamón 328. Las entradas tienen un valor de 8 pesos las generales y 5 pesos para jubilados y estudiantes. Se pueden adquirir anticipadamente en el local de Todomúsica de avenida Argentina 261.

"Río Negro" dialogó con Marcelo Alvarez, para conocer las intimidades de una obra de cinco movimientos agrupados en tres danzas, un lamento y una fantasía. Los mismos proponen un acercamiento a la música de Argentina, Brasil y Centro América. La obra fue construida sobre una virtuosa parte solista, seguido de un simple acompañamiento de orquesta, basado en el ritmo y con una rica armonía moderna.

- ¿Desde dónde viene esta obra?

- Era un desafío para mí porque siendo flautista no había compuesto nunca una obra que contemplara a la flauta como instrumento solista. Además, no quería aventurarme todavía a escribir una obra para orquesta, pero sí quería empezar a probar

cosas nuevas y ver cómo me salían y como me sentía yo frente a la pieza.

- ¿Cómo fue el proceso de creación?

- Surgió de la base de algunas ideas rítmicas, sobre todo para el primer movimiento que es una suerte de malambo, "Danzambo", eso salió bastante rápido. Después quise lograr un carácter de "lamento airoso", tomando algunas referencias de Villa Lobos. El tercer movimiento lo armé con un carácter más liviano, más cercano al jazz en lo melódico, en que las cuerdas hacen sólo piscicato, que es la cuerda pellizcada. El cuarto fue el cierre que complementaba el resto de los movimientos.

- ¿Qué tienen de especial las cuerdas y la flauta tocando juntas?

- Se crea una cuestión tímbrica muy interesante dado la calidez que tiene las cuerdas. Siempre tocar con cuerdas es lograr un sonido cálido con todo lo que ello supone, y al sumarle la flauta que es específicamente un instrumento solista, se crea una sonoridad muy interesante. En esta obra a las cuerdas les doy un trabajo de acompañamiento, muchas veces de carácter rítmico. Para mi fue importante también trabajar desde lo armónico, es una armonía muy moderna de cuatro voces, bastante cercana al jazz , y en la parte rítmica me acerco mucho al folclore, con algo de música centroamericana.

- Las obras por lo general, cuentan una historia. ¿Qué historia cuenta esta obra.

- No todos los movimientos tienen un argumento. El segundo que lo llamé "Lamento" es de carácter muy intimista, muy melancólico. Es alguien que está teniendo mucha nostalgia de otra persona y el recuerdo le acarrea melancolía y tristeza. El tercero no tiene argumento, es una base rítmica de cuerdas con la melodía de la flauta que es muy lineal. El cuarto es una melodía que llamé "Fantasía", de carácter bastante folclórico y la parte solista de la flauta es una diálogo entre dos personas. Una femenina y una masculina, la femenina es una melodía aplacada, más suave, y en la masculina se nota un poco más la presencia de toda la orquesta y la flauta en buen volumen.

El último movimiento es muy cercano al blues pero más tirando al rock en lo rítmico y melódico y al jazz en lo armónico. Lo tomé como un homenaje a la música que escuchaba cuando era adolescente, rock pesado, un poco de jazz y disco, que fue la música que me alimento para hacer lo que hoy hago.

- ¿Cómo te sentís en el rol de compositor?

- Bien, me siento muy cómodo. No es la primera vez que compongo algo, desde hace años vengo componiendo pequeñas obras. Con la composición me siento cómodo porque estoy siempre con ideas en la cabeza.

- En tu interior, ¿quién prevalece, el compositor o el intérprete?

- Van parejos. En realidad son dos lenguajes que pueden ir tranquilamente uno al lado del otro. Me siento muy cómodo sentado en la computadora escribiendo, es muy lindo ver frente a uno una hoja en blanco y que a medida que va pasando el tiempo va tomando forma y se transforma en algo totalmente distinto a lo que fue en el principio.

- ¿Existe ese momento en que el intérprete o músico siente la necesidad de tener una experiencia como compositor?

- No le pasa a todo el mundo. Es una necesidad que que surge desde lo personal.

A mí me pasa que llega un momento en que tengo muchísimas ideas en la cabeza y siento la imperiosa necesidad de sacar lo que tiene adentro, pero no es una regla que se cumpla con todos.

 
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Diario Río Negro.
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