Miércoles 06 de Septiembre de 2006 Edicion impresa pag. 12 > Regionales
Consumaron el acuerdo y Piccinini es defensora
La selección fue una farsa: primó el acuerdo entre radicales y Encuentro y 34 de los 36 postulantes a defensor del Pueblo de Río Negro fueron finalmente burlados. Ana Piccinini juró ayer mismo, junto con Ignacio Gandolfi, impulsado por Encuentro. La mayoría del PJ se retiró antes del debate. "Afecta a la credibilidad de las instituciones", dijo la arista Magdalena Odarda.

VIEDMA (AV)- El oficialismo recuperó ayer la Defensoría del Pueblo, designando a la exlegisladora Ana Piccinini -anoche renunció a su banca y juró en su nuevo cargo- al frente de ese órgano de control externo.

El bloque radical logró la mayoría especial para ese nombramiento con el apoyo de Encuentro, que -en contrapartida- logró el cargo de Adjunto para Ignacio Gandolfi. Se cumplió -como "Río Negro" lo anticipó el pasado 21 de agosto- el prematuro acuerdo político que desvirtuó el proceso de análisis y de evaluación que la Legislatura concretó posteriormente.

Desde entonces, el resto fue una puesta en escena. Fue una burla para los candidatos, incluso los designados que caen en el desmérito de una elección viciada, más allá de su idoneidad y su capacidad.

En la votación para la Defensoría, Piccinini logró 30 votos, con los apoyos de los bloques radicales, de Encuentro, del peperreísta Claudio Lueiro y del democrataprogresista Francisco Castro. El ex diputado Carlos Larreguy sumó cuatro respaldos (Mario Colonna y Alcides Pinazo del 17 de Noviembre, el justicialista Gustavo Costanzo, y el marista Osvaldo Muena), y el ex legislador Eduardo Chironi consiguió tres apoyos (la arista Magdalena Odarda, la peronista disidente Marta Borda y Celia Graffigna del MAD).

Las críticas que se escucharon en el recinto se centraron en dos razones. Primero, el siempre reiterado cuestionamiento de que el oficialismo no cede el manejo de los órganos de control (en este caso, potenciado porque la Defensoría hasta anoche era conducida por la justicialista Nilda Nervi). Segundo, el apurado entendimiento del oficialismo y Encuentro que se constituyó en "un vicio" para la selección. Lo resaltaron Odarda, Graffigna y Borda. Aceptaron la necesidad de la negociación pero cuestionaron los tiempos y el mecanismo usado. El bloque justicialista -salvo Costanzo- se retiró antes de iniciar la sesión de designación. El presidente Ademar Rodríguez explicó que no merecía quedarse cuando todo estaba resuelto y "soportar los discursos". Además de Rodríguez se fueron Javier Iud, Javier Giménez, Carlos Peralta y Esther Acuña. Fue un claro mensaje a sus socios de Encuentro, aunque Rodríguez aseguró que nada afecta al Frente para la Victoria.

Piccinini logró el respaldo pleno del bloque radical. Su presidente Bautista Mendioroz la propuso por "sus antecedentes, su capacidad técnica y dedicación laboral", destacando "la impecable defensa del proyecto institucional".

Encuentro la apoyó en pleno aunque no existió fundamentación. Recién después, en ocasión de la elección del Adjunto, Fabián Gatti destacó haber logrado el proceso de selección que siempre se reclamó, y habló que se alcanzó "un espacio para controlar al gobierno. No es un cargo en el Ejecutivo". Asignó "una cuota de crédito" a Piccinini en la Defensoría y lamentó esta pérdida para la Legislatura. Todo ese bloque votó a la radical, oportunidad en la que se escucharon silbidos e insultos. Gatti respondió: "Encuentro siempre fue oposición y lo va a seguir siendo. Vamos a ver el año próximo dónde van estar muchos de los que no entienden".

Por su parte, Odarda propuso a Chironi, entendiendo que la Defensoría debía ser conducida por alguien con "garantizada imparcialidad" e "independencia" frente al gobierno provincial. Entendió que "el proceso quedó desvirtuado" y existió "una defraudación" a los candidatos con el anticipo del acuerdo político, lo cual afecta "la credibilidad de las instituciones".

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