SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El grupo de delincuentes que en las primeras horas de la madrugada del lunes intentó robar en una sucursal del supermercado La Anónima y en una estación de servicios Shell, había realizado antes, según se supo ayer, un robo de características similares en una distribuidora de cigarrillos y productos de kiosco de la calle Gallardo a la altura del 700.

En este caso y aprovechando que el local contiguo se encuentra desocupado, abrieron un boquete por el que ingresaron al comercio, del cual solamente se alzaron con algunas mercaderías, especialmente cigarrillos.

Lo que llama la atención es que después de este ilícito, presumiblemente el mismo grupo de delincuentes se abocó a robar en La Anónima, en donde practicaron un boquete desde una casa vecina con el fin de alcanzar una caja fuerte. Fallaron en el intento, pero de haberlo logrado se hubieran encontrado con la sorpresa de que ahí no se guarda dinero.

En el caso de la Shell ataron con alambres al empleado que estaba a cargo de la estación y pretendieron cortar una caja fuerte con una amoladora, lo que tampoco lograron.

La forma en que se desarrollaron los hechos lleva a pensar que estos delincuentes -sobre los cuales la policía tiene algunos indicios- actuaron de manera muy improvisada y sin demasiado conocimiento de las dificultades con las que podían encontrarse, por lo que se desempeñaron con torpeza y así alertaron a los vecinos. Una de las hipótesis con la que se trabaja es que se trate de individuos que no son de la ciudad y no se descarta que los episodios estén relacionados con integrantes de alguna hinchada de fútbol que estuvo en la ciudad para asistir a la disputa de un encuentro el domingo.