LA PAZ/SANTA CRUZ (dpa) - Cuatro de los nueve departamentos de Bolivia convocaron para el viernes a un paro de 24 horas, en un intento por doblegar a la bancada oficial en la Asamblea Constituyente y ante lo que consideran una "conducta totalitaria" del gobierno del presidente Evo Morales.

El paro, que afectaría a una vasta zona del oriente y sur del país -donde se concentran importantes reservas gasíferas-, fue calificado de "político" por la administración de Morales, que lamentó que se exacerben los "ánimos regionalistas".

Tras una asamblea celebrada en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra (oriente) que concluyó en la madrugada del martes, se conformó un bloque para hacer frente al Movimiento al Socialismo (MAS, partido de gobierno) en el escenario de la Constituyente.

En una resolución, se declaró un "paro general por 24 horas a partir de las cero horas del viernes 8 de setiembre".

La medida fue respaldada por los prefectos (gobernadores) de las regiones de Santa Cruz (oriente), Beni (noreste), Pando (norte) y Tarija (sur), así como por los comités cívicos y partidos de oposición, ante la reciente polarización que se vive en la Asamblea.

"No se trata de un movimiento cívico, sino que se trata de un movimiento estrictamente político y partidario", subrayó el portavoz de gobierno, Alex Contreras. El viceministro de Coordinación con los movimientos sociales, Alfredo Rada, expresó la preocupación oficial por el "rebrote" de "conceptos que parecían abandonados (...), como aquellos de hablar de las dos Bolivias, la media luna, media Bolivia". "Resulta que ahora otra vez se exacerban los ánimos regionalistas", lamentó Rada. En tanto, el ministro de Defensa, Walker San Miguel, aseguró que las Fuerzas Armadas harán "respetar la integridad nacional, la soberanía y la unidad territorial".

El pronunciamiento de la "media luna" -conformada por Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, regiones que concentran sectores productivos y empresariales del país- se produjo en rechazo a la declaratoria de "originaria" de la Constituyente y a la aprobación por "mayoría absoluta" de las modificaciones a la Carta Magna.

La cantidad de votos necesaria para aprobar las modificaciones al texto constitucional ha generado fricciones en el seno de la Constituyente. El MAS propuso que los cambios se avalen por mayoría absoluta (50 por ciento más uno), mientras que las otras agrupaciones piden "dos tercios" (170 votos).

Los dirigentes departamentales amenazaron con "nuevas medidas de presión" si no se atiende su pedido y advirtieron que se reservan "el derecho de pedir el repliegue" de sus constituyentes. La declaración señala que denunciarán "a la comunidad internacional la conducta totalitaria del gobierno" y crearán una "alianza nacional", que supondría la articulación de un bloque frente a la administración de Morales.