NEUQUEN (AN).- Hay amores que se nutren pura y exclusivamente del arte, cualquiera sean sus manifestaciones.

Hay amores como los del titiritero Marcelo Peralta, que se escriben con personajes y son una reverencia a maestros de la literatura, de la pintura o de la música argentina y del mundo.

Marcelo llegó muy temprano ayer, sacudiéndose la modorra de un viaje desde Buenos Aires, donde vive hace un par de años. Antes y después, ha andando por Europa. Antes también, vivió durante dos años en Neuquén, donde llegó para amarrarse a otra página amorosa, llamada Nancy Medel oriunda del norte neuquino y en estas épocas quien es la realizadora de sus muñecos.

Con el equipaje en mano, no perdió pie para contar que esta noche, estará a las 20, en La Curtiembre en Juan B. Justo 648, con su obra "Historia de amor" y su elenco Títeres Harapo. Trae muy buenas críticas de los diarios capitalinos.

Después de Peralta, subirá a ese tablado, a las 22, el elenco chileno Payasíteres, con "desConcierto para títeres y marionetas" especialmente orientada al público adulto.

Las dos compañías, están actuando en el marco de la Fiesta del Títere de Río Negro y Neuquén en su tercera edición, siempre organizada por el anfitrión Pim Pam Pom y su alma páter, Flavio González.

Una historia de amor, reúne una ágil recopilación de cinco sketches animados por distintas técnicas, con economía de palabras y riqueza de imágenes. Es un pequeño homenaje a Federico García Lorca, autor clave en la poética de Peralta.

El espectáculo comienza con el prólogo de "El retablillo de don Cristóbal", y de allí en más, aparecen personajes conquistadores de emociones. "El escultor" sobre música de Tchaikovsky, cuenta sólo con imágenes, momentos únicos de la creación. Luego "El idiota", juega y se enamora perdidamente para luego burlarse de una flor, sobre canon de Johann Pachelbel. En el medio del espectáculo se desarrolla "Una historia de amor": con partitura de Elton John, los personajes se dan cita para el romance apasionado. Más tarde llega Juanito Laguna, ese amigable niño tan bien retratado por el plástico Antonio Berni, que sólo tiene ojos para el asombro y va al encuentro del público al compás porteño de Astor Piazzolla, articulado con brazos y piernas del titiritero. Finalmente La Parca entra en escena, juguetona, nada misteriosa y poco reservada, invita a celebrar la vida, sobre texto de Horacio Peralta.

-¿Cómo se te ocurre esta historia inspirada en el arte?

-Nació en los vagones del Metro de París, donde hacíamos estas historias junto a mis hermanos Sergio y Horacio. Son sin palabras ya que cuando llegamos a Francia no hablábamos francés.

-Aquí hay un homenaje a muchos artistas mayúsculos. ¿Qué te despertó cada quién?

-Tanto Lorca, Berni y Piazzolla fueron artistas que me marcaron y están presentes en toda mi obra desde la poesía, la imagen y la música.

-Y de pronto entre la vida misma, aparece La Parca.

-El texto de la muerte pertenece a mi hermano Horacio. La vida y la muerte están presentes en todo el espectáculo, ellas conviven se aman y se odian pero saben que para llegar a ser, necesitan de la otra: lo negro y lo blanco, el bien y el mal, el yin y el yan.

Payasíteres chilenos

Los que ya tienen casa en los micros, son los integrantes de la compañía Payasíteres, titiriteros chilenos en viaje.

Son Sergio Herskovits y Elena Zúñiga. Andan en gira por la tierra. Pero justo ahora arriban desde Santiago, Chile, y después de Neuquén se toman un ómnibus directo a Trujillo, en Perú.

Son caminadores de Latinoamérica. Y justamente en este continente se han inspirado para escribir el "desConcierto para títeres y marionetas" que es un intento de rescatar esta milenaria tradición (juego y desconcierto) que en Latinoamérica tuvo enorme importancia en épocas coloniales, cuando era la principal diversión del pueblo.

Los dos son responsables del argumento y sostienen que cultivan un género que definen como "teatro musical de muñecos para adultos con criterio deformado".

No hay más explicaciones y cada espectador/a se hará cargo y desentrañará "in situ", esta noche, la cuestión de "adultos con criterio..."

Para llevar a buen puerto su hazaña, los titiriteros y los muñecos -se pudo saber por adelantado- juegan con todo aquello que está enraizado en la idiosincrasia de los americanos de este lado del continente.

Lo lúdico seguirá siendo lo que es "a pesar de todos los intentos por desmalezarnos la memoria" auguran los Payasíteres.

Sergio y Elena aseguran que hacen un humor "fino, finito, o duro, durito, popular e inteligente, que nunca se sabe si gusta pero molesta o molesta sin gustar".

El "desConcierto..." hurga "en el sentido mismo de la vida del hombre y del mañana".

Y el festival sigue su rumbo.